Crónica

CRÓNICA:
¿Nueva nave, nuevo concepto?
El primer día libre de peaje, la masiva presencia de ciudadanos autóctonos abarrota las calles que rodean al ícono barcelonés, con el fin de contemplar lanueva nave central recién terminada y consagrada por el Papa Benedicto XVI en noviembre pasado.
Uno de los templos más grandiosos y monumentales, acostumbrados en su mayoría a ser visitado diariamentepor una gran cantidad de turistas (en su mayoría) y ciudadanos autóctonos, ayer experimentó una sensación distinta. La mayoría de los visitantes provenían de poblaciones vecinas, al igual que del mismodistrito catalán, que decidieron redescubrir y sumergirse nuevamente en algo tan cercano.
Durante las primeras hora de la mañana, según los medios de comunicación se calcula que aproximadamente másde 10 mil personas, con cámara en mano y sin quitar la vista un instante en las alturas recorrieron las monumentales paredes y columnas de piedra que abrazan el templo.
En ningún momento se produjeronaglomeraciones ya que la amplitud con la cual cuenta el templo es bastante extensa. Sin embargo las extensas colas se extendieron a lo largo de la manzana y culminaron en la fachada del Nacimiento,durando así prácticamente toda la mañana.
Durante el recorrido piezas musicales sacras amenizaban la visita, al mismo tiempo que se citaban fragmentos bíblicos en distintas lenguas.
Vitrales bañadosen tonos azules y rojos, que al contraste con la luz producen una sensación de calidez y bienestar han cautivado la mirada de cada uno de los visitantes, que expectantes ante la imponentearquitectura modernista catalana se han perdido entre sus encantos.
Las grandes dimensiones del templo hacen que a simple vista se conciba una amplitud interior inmensa, del mismo modo la sensación que lafachada ofrece de oscuridad, se ve completamente anegada ante la inmensa claridad reflejada en sus paredes.
Las figuras alegóricas de los evangelistas, el crismón… enmarcadas en los extensos pilares...