Cuando aprendi a menir

CUENTO DE CUANDO APRENDÍ A MENTIR.

Esta historia transcurre en 1er grado; pero antes debo rebobinar: Mi hermana gemela y yo veníamos de la luna de miel de una guardería y de un preescolar defabula; pues veníamos de la fundación del niño del barrio brasil, donde éramos libres, jugábamos, nos alimentaban y hasta nos atendían la salud. De allí pasamos al preescolar… hay! (con suspiro), quetiempos tan maravillosos aquellos: hay conocí a mi primer amor (pero esa es otra historia, que luego contaré), conocí el significado de la libertad, aprendí de la naturaleza y de lo real, las maestraseran casi Ángeles caídos del cielo, nos enseñaron buenos hábitos y de las letras y los números, nos permitían el arte libre y nos enseñaron las primeras manifestaciones folklóricas que penetraron el almade mi hermana y de esta servidora.

Ahora si llegamos al 1er grado, todo un sistema esclavista; la represora una vieja loba disfrazada de cordero, cuyo objetivo principal: ser nuestra capatazdurante un año, para que aprendiéramos lo que el sistema exige (escribir y sacar cuentas); olvídese: de cuento de la libertad, de la interacción con la naturaleza y la realidad, del amor, de las plásticaslibres, de jugar, de correr. Aquello era un régimen: íbamos muy tempranito aun con sueño, nos paraban en un patio espeluznante (sin árboles, ni pájaros), cantábamos el himno y luego a las mazmorrascon las verdugas.

¡Ah!… ¿que como aprendí a decir mentiras?... Les cuento: Un día mi hermana y yo jugábamos en la jaula de concreto y no comimos (porque el juego nos alimentaba el alma y nosbloqueaba el hambre). De casualidad ese día dos loncheras habían derramado la leche que traían los termos...y, ¿adivinen pues de quien eran las loncheras? La maestra mujer muy aseada y con los ojos que lesaltaban fuego, tomó el látigo- no perdón-, la regla de palo que media un metro de largo por diez centímetros de ancho y un centímetro de espesor, hizo notar su descontento por el derrame de petróleo...