Cuento el pozo y el pendulo

EL POZO Y EL PENDULO
Quería vomitar después de tanta agonía, me desataron y me senté, mis sentidos se iban. La sentencia de muerte fue lo último que escuche. El cuchicheo de los inquisidores sefundió en un zumbido indeterminado. Al poco tiempo deje de oír pero vi los labios de los jueces. Vi que sus labios todavía brotaba mi sentencia y se torcían pronunciando una frase mortal. Los veía moverlos labios y formar silabas con mi nombre. Al principio pensé que eran ángeles que me salvarían pero me entraron nauseas y comprendí que ellos no me ayudarían.
Me desmaye pero no sentí haber perdidodel todo la conciencia. Cuando se vuelve a la vida después de un desmayo pasamos por un primer momento: el de la existencia mental y un segundo momento: el de la existencia física. Pudiendo en elsegundo recordar las impresiones del primero. Aquel que nunca se ha desmayado no sentirá todas esas sensaciones que exalte su mente.
En esos momentos intentando recordar lo vivido en ese estado en elcual se funde mi alma solo hay breves recuerdos de cómo poco a poco voy perdiendo la conciencia y me sumerjo en esa oscuridad y pierdo la movilidad. Luego de esos recuerdos todo es locura- la locura deun recuerdo que se sisa entre cosas prohibidas.
Hasta ese momento no había abierto los ojos. Sentí que ya no estaba atado. Quería abrirlos porque no quería ver lo espantoso que me rodeaba. O tal vezme asustaba la idea de que no hubiera nada que ver. Abrí los ojos y ciertamente me rodeaba una terrible tiniebla. Me quede inmóvil y solo pensaba en la sentencia que ya había sido dictada. Meatemorizaba la idea de que estuviera muerto. Pues, conocía a mis jueces y no se me hacía nada extraño que me hayan dado la pena de muerte. De pronto encontré un muro y empecé a examinar, y encontré una delas paredes del calabozo.
Me quede dormido y cuando desperté había junto a mí, pan y agua, comí. Luego volví a examinar cuidadosamente el calabozo con la finalidad de encontrarle sus dimensiones. Se...