cuento matematico
Un gran día el pequeño niño comenzó su formación escolar. Para ese entonces no se podía saber quien estaba más contento, si el niño o su madre, ya que los 2 daban saltos de gran alegría. Elprimer día de clases la maestra se presenta a sus alumnos diciendo: buen día pequeños, mi nombre es Cirila Quijada, voy a ser su maestra de 1er grado, bueno más que una maestra quiero ser su amiga, acoto la maestra: soy Cristiana espero puedan confiar en mí. Al pequeño le encanto su maestra, pero para aquel entonces no sabía el significo de que es ser Cristiano, la maestra mando como tarea que alfinal del año escolar pudieran decirle que querían ser de grandes. El pequeño hizo muchos amiguitos y amiguitas ese 1er día de clases y llegando a casa quiso contar a su madre todo lo que había aprendido, pero su madre no estaba en casa, ya que estaba trabajando para que su pequeño pudiera continuar sus estudios. El pequeño estaba muy contento porque había comenzado sus estudios y había aprendidomucho ese primer día de clases, pero a la vez estaba muy triste ya que al llegar no encontró a su madre para contarle todo lo acontecido. Desde ese entonces el pequeño comenzó a pensar en qué hacer para poder el mismo pagar sus estudios y que su madre tuviera una carga menos, aunque para su madre el pequeño no significaba ninguna carga, pero el niño solo quería que su madre estuviera en cada momentoimportante de su vida.
Estando el pequeño Edwin en el pato de su casa, miro varias matas de naranjas cargada de aquella rica fruta. Entonces al pequeño se le ocurrió la idea de vender naranjas y salió corriendo a bodega de la esquina, agitado de tanto correr el pequeño pregunta al bodeguero: ¿señor vine a usted para saber si me puede ayudar en algo que se me a ocurrido para poder costearme misestudios? El bodeguero le dice al pequeño: dime Edwin, ¿en qué te puedo ayudar? El niño le dice: en mi casa hay varias matas de naranjas y están muy cargadas, quería saber en cuanto puedo vender cada naranja y si me puede hacer el favor de decirle a cada persona que se acerque a su bodega que estoy vendiendo ricas naranjas en mí casa. El bodeguero se sorprende de la creatividad y madures con la queel pequeño le hablo y le dice: claro que sí, yo lo voy a hacer. Las naranjas normalmente se venden por kilo pero en tu caso las puedes vender en 1 bs cada una. El pequeño muy contento salió corriendo a su casa y bajo de las matas de su casa 40 naranjas. Al final del día solo le quedaban 10 naranjas de las que había bajado. Antes de que el señor de la bodega cerrara su negocio le fue a preguntar...
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