CUENTO: Otoño inolvidable.

Tres años después de vivir con el recuerdo inmortal de aquella tarde en el viejo parque otoñal, estaba Sofía, Sentada en su balcón miraba en la distancia y perdida en el diminuto pero fuerterecuerdo de la mirada tímida y débil de aquel joven pálido y penoso que conoció esa tarde temblando de nervios, Sofía no había dejado de pensar en aquel joven, soñaba con esa mirada misteriosa y perdida enun silencio interminable, con un rostro confundido pero hermoso del que se había enamorado perdidamente con solo verlo una vez. Despertó de su sueño fugaz al escuchar que alguien tocó en la puerta, unsonido débil pero contundente la hizo levantar del mecedor en que descansaba y miraba la inmensidad del cielo desde su balcón, bajó rápidamente a ver quién era, al abrir la puerta se llevó una gransorpresa. Era él, el joven tímido y pálido del cual se había enamorado profundamente aquella tarde en el parque otoñal, eran esos ojos, no los olvidaría ni en siglos, Sofía respiró profundo y lepreguntó. – ¿Qué haces aquí?- Como si lo conociera hace mucho tiempo y la confianza reinara en ellos. –No aguanto más, estoy cansado de amar todo lo que no me pertenece, tú, por ejemplo.- Dijo el joven concompleta serenidad mientras ponía en sus manos un cuaderno rojo de bordes dorados, preciosos en verdad, Sofía lo tomó y lo abrió a la mitad, en ese momento paginas amarillentas penetraron sus ojos conuna fuerza invisible, y se dignó a leer cada una de sus páginas.
-Fue una tarde naranja, diferente, indescifrable en fin. Una tarde en que se esparcían en la inmensidad del cielo las llamas fugasesdel amor…
Allí estabas tú, mirándome fijamente tratando de descifrar lo que mis labios no pronunciaban. Era inútil, no podía, en serio no podía decirte tanto en un minuto, en serio mi alma noresistiría un rechazo más, fueron años escribiendo para ti y ahora quiero dejarte plasmado en una simple hoja de papel, mi más grande ilusión.
Era otoño, un otoño muerto, un otoño frágil, un otoño...