Cuento

Lenguaje y libertad
(Sobre la literatura y la enseñanza de la lengua materna)

In memoriam Guillermo Araya

Una lengua es propia de una nación cuando es la que los niños aprenden de sus padres, la que los connacionales emplean en su vida de relación y la que sus poetas y escritores elaboran y cultivan estéticamente para sus producciones dealta cultura.
AMADO ALONSO.

Y como los hombres entre quienes las palabras se cruzan son vidas humanas y toda vida se halla en todo instante en una determinada circunstancia o situación, es evidente que la realidad 'palabra' es inseparable de quien la dice, de a quien va dicha y de la situación en queesto acontece. Todo lo que no sea tomar así la palabra es convertirla en una abstracción, es destruirla, amputarla y quedarse sólo con un fragmento exánime de ella.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET.

Uno de los empeños más reiterados de Guillermo Araya en sus trabajos de reflexión teórica es el de destacar el 'antropocentrismo' esencial del lenguaje:

Comprender loque el lenguaje es sólo puede lograrse plenamente explicándolo en sí mismo y en relación con la justificación humana de su forma y funciones. Es necesario describir pulcramente el lenguaje tal como se nos aparece pero luego es forzoso buscarle un sentido a ese su aparecer. La clave de ese sentido la dan las comunidades lingüísticas, el hombre[i].

En su homenaje, en su recuerdo -vivo,vivísimo- quiero enfocar aquí un aspecto íntimamente relacionado con aquella idea, cual es la de la libre creatividad lingüística, su expresión plena en la poesía y sus proyecciones en la enseñanza de la lengua materna. En esta modalidad del lenguaje (actividad creadora), entre otras[ii], se confirma absolutamente esa 'pura humanidad' que enfatiza Guillermo y que vertebra su trabajo intelectual en elámbito de los estudios lingüísticos y literarios[iii].

1. El lenguaje se presenta concretamente en tanto actividad humana específica, como hablar o discurso. Desde esta perspectiva, el hombre puede ser caracterizado como el ser que habla, el ser que crea un mundo de sentidos. De tal actividad es posible abstraer, a su vez, múltiples facetas cuyos enfoques dominantes respectivos dan origen alas diversas disciplinas lingüísticas. Por supuesto, cada uno de esos enfoques, con sus correspondientes métodos y formalizaciones, pueden ser perfectamente legítimos, no obstante que toda delimitación y abstracción, como sabemos, implica un cierto 'empobrecimiento' con respecto a la realidad del hablar[iv].
La enseñanza lingüística sobre todo la enseñanza de la lengua materna, me parece,debe ser consciente de este hecho, de modo de 'situar' cada vez el enfoque parcial o pormenorizado dentro del amplio horizonte de la actividad lingüística total. Naturalmente, esto no quiere decir que las clases de lengua materna tengan que convertirse en reseñas enciclopédicas de los estudios sobre el lenguaje. No; sólo que, según los niveles y grados de enseñanza, es el profesor el que debe poseeruna profunda cultura del idioma que le permita -sin elucubraciones teóricas ni erudiciones explícitas -comunicar su sapiencia a través de su propia práctica docente[v].
En el presente trabajo, deseo destacar tres aspectos de la actividad lingüística que, creo, todo profesor de lengua debería conocer, asumir entrañablemente y transmitir en su praxis (concepctual o intuitivamente, según elcaso): 1. su esencia significativa; 2. su función comunicativa; 3. sus posibilidades creadoras. Cualquiera explicación sobre el lenguaje que pierda de vista alguna de estas tres notas (no decimos que sean las únicas), mutila gravemente, a mi entender, su carácter de actividad humana. Por desgracia, tal situación no es infrecuente en nuestra realidad pedagógica.

2. El lenguaje como hablar...