Cuento

“Qué martirio ser la bella durmiente del bosque”: una adaptación para el teatro
T.E. Enseñanza, Febrero 2002

Isabel García San José. Maestra de Primaria (Aparece en el escenario un ambiente típicamente andaluz, ventanas con rejas repletas de flores, paredes encaladas... El Coro, que no se irá nunca del escenario, estará formado por un número indeterminado de niños y niñas vestidos con trajestípicos. Al hablar, intentarán poner un acento andaluz. Algunas palabras estarán escritas tal y como deben ser pronunciadas). Coro Dale, que dale, que dale. Toma, que toma, que toma. Nos vamos a remontar a la Edad Media. ¡No es broma! Allá por el siglo doce entre pitos y entre flautas, ha nacido una princesa. ¡Josú, qué linda es la infanta! Las fiestas del real bautizo duraron días, semanas. Todosestaban felices todo el tiempo de jarana. Dale, dale arsa, arsa, todo el tiempo de jarana. Reyes, príncipes y condes, duquesas y pueblo llano, todos acudieron presto para ofrecer su regalo a la bella princesita a la que llamaron Rita. Pero el hada Romanof

no fue invitada a los fastos. Seguro que habrá follón, pues es mucha Romanof la Romanof de este caso. (Aparece el hada Romanof en un mediopase de baile y con signos de estar muy enfadada) Romanof ¡Que se me paren los pursos de enfado y humillación. No me invita el rey Basilio, no me invita el tontorrón porque soy republicana. ¿Acaso no soy un hada? Coro Ale, ale, arsa, arsa, la Romanof es que se pasa. Romanof Pues a la fiesta he de ir a dejar mi regalito. (Mirando a Rita) ¡Pobre Rita, qué desgracia tener ese papíto! ACTO II (Apareceel salón de palacio lleno de invitados, que serán los mismos niños y niñas del Coro. Se celebra el bautizo de Rita) Coro Los nobles en una fila, sin mezclarse con la plebe pues ya sabéis que, en tal caso,

capaz que les da un telele, iban dejando a la infanta dones y ofrendas sin fin: que si barbis, cocinitas, muñecos que hacen pi-pí, otros que lloran o ríen, o ventosean sin fin. Los reyesdesde sus tronos con embeleso miraban los regalitos tan tontos que todos depositaban alrededor de la cuna. Reina ¿Vinieron todas las hadas? ¿Todas, todas?... ¡Falta una! ¡Jesús, qué consternación! (Aparece el hada Romanof, majestuosamente folclórica, en un pase de baile. Va vestida al modo de la cantante Martirio) Romanof ¡Sesenta mil escaleras! ¡Este palacio tan grande!. Que una ya no es tanjoven... ¡Qué ganas de relajarme! (Dirigiéndose a los reyes con ironía) ¡Buenas tardes, majestades! Rey De ti estábamos hablando. Decía a la Reina yo que en falta te estaba echando. ¿No es cierto?

Reina Sí, mi señor. Romanof Y, ¿cómo iba a venir si no me habéis invitado? Coro Ea, ea, ea, arsa, arsa, arsa. La Romanof tiene, que tiene, que tiene un montón de gracia. Reina El chambelán de la Corte tiéla curpita de tó. Habrá que pensar en darle un castigo. ¡Digo yo! Pero, tómate un pastel, un zumito, o una ostra. Asímismo, hay canapés de un caviar que traen del Volga. Yo, es que no puedo comer pues tengo que adelgazar. Debo perder veinte kilos. ¡Veinte kilos! ¡Ahí es ná! Romanof ¿También estás, reina mía, con el tema obsesioná? Pero, ¿qué quieres tener, esqueleto y nada más? Yo no sé qué es loque os pasa que queréis toas estar sin comer y sin beber toítas encanijás.

(Se retiran y se acercan un grupo de niños y niñas del Coro para bailar unas sevillanas. Se recomiendas las sevillanas de Martirio “Son cosas del amor de la vida”). Romanof (Impacientándose) ¡Basta ya de parloteo! Total, que a mí me da igual. Si he venío es por la niña que ha de sentirse fatal. (Se acerca a la cuna) ¡Ay,qué pena, qué puntillas, pobre Rita, qué faldón con el bochorno que hace! Tu madre no tié perdón, ni perrito que le ladre. En fin, Rita, has de saber que estaré siempre a tu lado dispuesta para ayudarte. Aquí tienes mi regalo. Te haré lista, independiente, simpática y ocurrente. Serás mujer de carácter y, además, inteligente. Responsable, idealista y honrá a carta cabal. Y, además, muy...