Cuento
“No se a cuantos he matado”, dice mientras se mira los dedos para enrollar un cigarrillo de marihuana, Johnson vive en las barriadas de cualquier ciudad; tiene veinteaños, casi dos hijos, su mamá, el revólver, un equipo de sonido de origen dudoso y una ilusión: La moto.
“Para que le cuento mi vida si es un sufrimiento. Mi familia era de traquetosduros, peor cuando acabaron el cartel y mataron a mi papá me abrí de la casa”: Tenía nueve años y uno más tarde ya estaba metido en el vicio. De la correccional también se voló. Conocela cárcel y dice que no es tan tenaz cuando se tiene amigos adentro. Del estudio lo botaron porque no se aguantaba a la maestra. Estuvo en el ejercito: “Seis mese en el calabozo pordeserción y me volví el duro del calabozo”. A su “lanza” lo tumbó la guerrilla. Ahora Johnson vive del crimen, es el último de los “grandes caciques” del barrio porque a todos los demáslos han matado en su propia ley…
No cree en nada ni en nadie. Si acaso, en su mamá: “Ella para mi es la más sagrada”. El poder y la autoridad son sinónimos de corrupción y lajusticia la aplica él. Dios es un escapulario que le regaló su novia y lo protege.
Si Johnson pudiera volver a nacer, un borrón y cuenta nueva, sólo haría una cosa: “Estudiar”. Pero surealidad no perdona; “a mí me gustaría dejar el vicio, el crimen… trabajar a lo bien, en una empresa de seguridad, un guardaespaldas, dice fuerte y le brillan los ojos.
“Para eso quierola moto”. Pero todavía le falta la mitad de la plata y sólo conoce el crimen para conseguirla. “Le vendo full equipo, barato”, sonríe por fin. Se acerca a una banda de niños jugando conun balón imaginario. ¿Cómo ve el futuro de estos pelados? Otro silencio… “NO sé tal vez como el mío”.
Tomado de: Revista Alternativa.
Agosto – Septiembre de 1997, número 13.
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