Cuento.

Aquella tarde de primavera había decidido dejar mi pretensión con las mujeres y salir a buscar el verdadero amor. Estaba cansado de que las mujeres buscaran hombres muy guapos, con mucho dinero o almenos con pensamientos bizarros que caían en una posmodernidad tipo David Lynch.
Era una tarde calurosa, cuando la tarde es muy calurosa la verga se me pone como la de un toro y cualquier falditafloreada me parece excitante. Entonces salí de mi casa en busca de aquella pequeña que me diera un poco de amor (y si se podían unos pesitos para una caguama. mejor) y entonces vi pasar a Pepita. Pepitaera una nena medio guandajona, con un buen culo y una sonrisa putanesa. Siempre andaba con motociclistas y esto la hacia sentir una mujer con poder o que se yo. Entonces al pasar a mi lado Pepita memiro y me saludo con esa sonrisa tan puta que la identificaba. Al mirarla en ese pantalón tan entallado y verle esas nalgas y con el calor que hacia, enseguida se me paro la verga y decidí olvidarsu reputación. Entonces le pregunte si no deseaba tomarse una cerveza en mi casa, ella lo pensó un minuto y me dijo que no podía, porque en ese mismo instante su novio la esperaba para ir arreglar sumoto y de ahí llevarla a pasear. Me aseguro que cuando tuviera un poco de tiempo me hablaría para tomarnos una cerveza y para que jugáramos a la luchitas mascara contra cabellera. Fue cuando decidícontinuar con mi búsqueda de aquella inmaculada mujer que me diera su amor. Camine sin un rumbo fijo y fue cuando me cuenta que había llegado al metro mixcoac. Entonces decidí sentarme afuera delmetro y ver a las mujeres pasar mientras me fumaba un cigarro. Fue cuando vi que del metro salió Jazmín. Ella era una gordita, con una piel muy lechosa y un culo y unas tetas muy firmes, era estudiante demedicina y experta en sexo oral. Entonces me le acerque y le hice la platica. Ella se comporto con una actitud cortes pero cortante, le pregunte si deseaba ir a comer conmigo y después ir a echar...