Cuento

EL BOSQUE SINIESTRO
Todo comenzó con una incursión hacia el bosque una fría tarde de otoño, era un día jueves al final de clases cuando mis amigo y yo tomamos la decisión de descubrir cuál era el secreto que ocultaban nuestros padres al prohibirnos ir al bosque.
Nos juntamos los cinco en mi casa después de almuerzo, habíamos acordado decirles a nuestros padres que iríamos a jugar fútbol a unacancha relativamente alejada de nuestra villa y que llegaríamos después que ellos volvieran de sus trabajos, afortunadamente nuestros padres siempre han confiado en nosotros así que no hubo mayores problemas para obtener el permiso.
Salimos de mi casa y caminamos por las calles desiertas hacia el bosque, normalmente la mayoría de los padres trabajaban en la ciudad y las calles siempre estándespejadas durante el día, pero esta vez notábamos que el silencio era mayor. Cada uno llevaba su mochila con alimentos, agua, linternas y muchas golosinas, a pesar que sólo iríamos por un par de horas, nuestras mochilas llevaban alimentos para una semana. No había duda, lo pasaríamos muy bien.
Cuando llegamos a la reja que está a la entrada del bosque, se nos puso la piel de gallina al sentir unextraño escalofrío que nos recorrió la espalda a los cinco, nadie dijo nada. Repasamos el plan, tenemos dos horas para internarnos en el bosque y tomar nota de todo lo que nos parezca extraño e intentar descubrir cuál es el misterio que nuestros padres nos ocultan. Sabíamos que el sol se ocultaba a las siete así que teníamos al menos cuatro horas de luz. Cada uno tomó su celular, activó la cámara yentramos.
Caminamos juntos Juan, Pedro, Ignacio, Felipe, Yo y Sergio, en ese orden, siendo Sergio el que iba al final porque nunca le ha gustado caminar mucho, lo suyo siempre ha sido los juegos de consola. Cuando llevábamos caminando alrededor de una hora sin encontrar nada extraño a excepción de puros bichos, una espesa niebla comenzó a aparecer de todos lados y a cubrir el bosque. Al principio nostirábamos bromas para asustarnos, pero cuando la niebla empezó a espesarse a penas nos permitía vernos entre nosotros, comenzamos a asustarnos realmente. Lentamente empezamos a acercarnos para estar más juntos y fue ahí cuando nos dimos cuenta que Sergio no estaba. Gritábamos por todos lados sin obtener respuesta. Quisimos llamarlo a su celular, pero ninguno tenía señal. Al principio pensamos queera una broma, pero después de mucho rato llamándolo decidimos separarnos en dos grupos y salir en su busca.
Dejamos nuestras mochilas para marcar el lugar donde debíamos volver en no más de una hora. Con Pedro tratamos de andar lo más juntos posible para no perdernos, gritábamos por todos lados y nadie nos respondía, así estuvimos por mucho rato y no pude dejar de sentir esa extraña sensación deque alguien o algo nos estaba observando en la espesura de ese bosque que cada vez se tornaba más frío y oscuro. Al cabo de una hora, y cansados volvimos al punto de partida a esperar que volvieran Felipe e Ignacio tal como lo habíamos acordado. Pedro tenía un enorme chichón en la frente que se hizo al chocar con una rama y yo había roto mi pantalón a la altura de la rodilla, pero cuando llegamosno estaban nuestros amigos, nos propusimos esperar un rato pero esa espera se hacía interminable, los llamábamos pero no recibíamos respuesta solo escuchábamos el crujir de los árboles y un estremecedor grito de un pájaro A los quince minutos de espera nuestros corazones comenzaron a latir con más fuerza. Al cabo de otra media hora decidimos volver los dos y pedir ayuda a nuestros padres.Teníamos miedo y pronto comenzaría a oscurecer.
Logramos llegar a un pequeño claro del bosque desde donde se veía la reja de entrada cuando sentimos unos pasos atrás nuestro y al darnos vuelta vimos a nuestros tres amigos entre la niebla que se acercaban lentamente. Nuestra impresión inicial fue de enorme alegría porque volvieron, Pedro corrió hacia ellos para abrazarlos y fue ahí cuando me di cuenta...