cuentos

Bilet Rojo.
Ignore donde estaban mis hijos Gustavo y Yazuri. Me entristece que en todos estos largos años mis hijos no hayan podido hacer investigaciones para encontrarme. Piensan que estoy en estacasa que fue de mis abuelos, de mis padres y al fin nuestra, mejor dicho de José y mía. Antes de casarnos el y yo comenzamos a construir nuestro futuro y realizamos lo más importante. Tal y como loproyectamos tuvimos 2 hijos: Gustavo y Yazuri. Nacieron con solo un año de diferencia. Los inscribimos en la misma escuela, compartían todo. Rara era la vez que ellos discutían, pero siempre por lasmismas razones: la bicicleta o el televisor. Para calmarlos y evitar problemas su papá los amenazaba con vender la bicicleta o castigarlos con la televisión. Llorando, mis hijos se culpaban uno al otrode haber causado el problema sus gemidos me aturdían.
- ¡Se me van a su cuarto y allí se quedan, no quiero seguir oyendo sus chillidos!
Pero no me imaginaba que iba a llegar el día en que estaríadispuesta a escuchar el llanto de mis hijos. La última vez que lo oí fue un viernes, hace veintiséis años. José ya se había ido a trabajar yo estaba lidiando para que los niños se dieran prisa. Noquería que llegaran tarde a la escuela y los regresaran y entonces ¿Quién me los iba a cuidar? Yo tenía que presentarme en mi trabajo a las 7:00 en punto. Si llegaba tarde me iban a prohibir la entrada. Undía sin trabajo significaba un día mas sin sueldo. Se lo dije a mis hijos mientras les preparaba su desayuno. Gustavo repelo
-¿¡Otra vez tortas!?
Y le di un manazo, el lloro. Desde su cuarto Yazurime grito:
-¡Mamá, no encuentro el mapa que compramos ayer!
Lo de menos era comprarle uno pero, ¿en dónde?, era muy temprano y estaba cerrada la papelería de doña Sofí.
El descuido de mi hija memolesto.
-¡Busca ese mapa, te advierto que si no lo encuentras me las vas a pagar!
Los gemidos de Yazuri me ponían más nerviosa.
-¡Ya cállate! ¿Y tu Gustavo? ¡Muévete y ayuda a tu hermana! ¿No...