cuentos
Al llegar a su casita, se paró frente al espejo y se colocó el lacito en el rabo. Estaba tan bonita, que no podía dejar demirarse. Salió al portal para lucir su nuevo lazo y entonces se acercó un gallo y le dijo:
- Buenos días, Ratita. ¡Qué guapa que estás hoy!
- Gracias, señor Gallo.
- ¿Te casarías conmigo?
- No losé. ¿Cómo harás por las noches?
- ¡Quiquiriquí!- respondió el gallo.
- Contigo no me puedo casar. Ese ruido me despertaría.
Se marchó el gallo malhumorado. En eso llegó el perro:
- Pero, nunca mehabía dado cuenta de lo bonita que eres, Ratita. ¿Te quieres casar conmigo?
- Primero dime, ¿cómo haces por las noches?
- ¡Guauuu, guauuu!
- Contigo no me puedo casar, porque ese ruido medespertaría.
Un Ratoncito que vivía junto a la casa de la Ratita, y siempre había estado enamorado de ella, se animó y le dijo:
- ¡Buenos días, vecina! Siempre estás hermosa, pero hoy, mucho más.
- Muy amable,pero no puedo hablar contigo, estoy muy ocupada.
El Ratoncito se marchó cabizbajo. Al rato, pasó el señor Gato, que le dijo:
- Buenos días, Ratita. ¡Qué linda que estás. ¿Te quieres casar conmigo?- Tal vez, pero, ¿cómo haces por las noches?
- ¡Miauu, miau!- contestó dulcemente el gato.
- Contigo me casaré, pues con ese maullido me acariciarás.
El día antes de la boda, el Gato invitó a laRatita para una comida. Mientras el gato preparaba el fuego, la Ratita quiso ayudar y abrió la canasta para sacar la comita. Con sorpresa vio que estaba vacía.
- ¿Dónde está la comida?- preguntó laRatita.
- ¡La comida eres tú!- dijo el Gato enseñando sus colmillos.
Cuando el gato estaba a punto de comerse a Ratita, apareció Ratoncito, que los había seguido, pues no se fiaba del gato. Tomó...
Regístrate para leer el documento completo.