Cuentos

“SUS HOMÓNIMOS

Y

OTROS CUENTOS”

SEUDÓNIMO: TOCAYA MÍA





























1. CREACIONISMO


—¡Hola! ¿Hay alguien? —Mi personaje comienza a sospechar sobre la presencia. Está parado sobre el escritorio de madera, oscuro y antiguo. La silla, la biblioteca, las paredes y el piso son de madera, oscuros y antiguos. Mi personaje siente haberolvidado. Apoya un pie en la silla y baja hasta el suelo desde donde ve el cadáver de Ramón debajo del escritorio. Abraza sus pies y con dificultad arrastra el cuerpo hasta el centro de la habitación. No hay rastro de sangre. Examina el agujero en su camisa, el cual continúa en su pecho. Mi personaje siente impotencia por la muerte de Ramón. Con los ojos cerrados, rodea al muerto una y otra vezintentando pensar. Interrumpe su acción al chocar con una espalda. Oscar, Rita, Daniel y Pilar también dejan de dar vueltas en silencio alrededor de Ramón.
—Cómo recordarlo. Como la persona impecable que fue. Un luchador que hizo todo por sus ideales y por dejar su huella profunda en nuestra conciencia colectiva —Oscar pronuncia con rapidez sus palabras.
—Qué se le va a hacer… vivió tanto…—Rita se cruza de brazos.
—La vida continúa —ha dicho Daniel enigmático.
—¿Estás diciendo que nosotros tenemos vida, él no, y que debemos seguir adelante? —le ha preguntado Pilar.
—No. Digo que parece mentira. Parece irónico —dice Daniel acercando su cabeza al ojo de la cerradura.
—Parece. Y también parecía que de algo se iba a morir. Sobre todo él —ha dicho Rita.
—Eso quetiene en el pecho es un agujero. Tenemos que saber cómo ocurrió. ¡Cómo fue que se murió! —ha dicho Pilar con su ademán de cerrar con llaves invisibles. Y por si alguno se preguntara por qué debía averiguarse aquello, sentencia con una penetrante mirada mientras las negras lágrimas no paran de patinarle por sus mejillas.
—Es como la historia del pescado y del pececito.
—Idéntico… Soñado.—¡Sí! Cuando el pescado pregunta al preciado pececito por qué no lo mataron sino que lo cuidan y lo miman, por qué no será comido por aquellos susceptibles.
Mi personaje no entiende. Desea saber quién querría matar.
—Nos estamos yendo del adonde queremos llegar —ha dicho Oscar y tiene razón. Se callan por un momento.
—Creo que debemos encontrar una pista. —Pilar se adelanta adecir lo que no debe.
—La sabiduría proviene de la voluntad. Está en ellos. En estos libros. Aquí encontraremos lo que sucede. Debemos asociarlo. —Se callan. ¡Se callan!
Mi personaje se dispone a abrir los cajones del escritorio. Están todos vacíos, excepto uno, que esta trancado:
—¡Debemos romper el escritorio! Este cajón no abre.
Daniel se dirige a la biblioteca y se detiene aindagar los lomos mudos de los libros hasta que encuentra uno violeta y lo desencaja de donde está. Visionario, abre el libro y se le transforma inmediatamente la expresión. Su visaje extrañado desconcierta a sus colegas. Les muestra las páginas del libro. Están en blanco.
—¿Y qué creías que encontrarías?... si no se le ocurre nada. Hasta se olvidó de la pista. —Esa es Rita.
En el piso,al lado del muerto hay un trozo de papel.
—¡Miren! No nos habíamos percatado de este papel.
—“De repente, mi personaje mata a Ramón.”
—¿Ramón?... ¡Ah! Sí.
—¡Por favor!...
—Callate. Callate.
—No digan más.
—Si lo mismo da…
—Sigamos señores, por favor —profiere Oscar, y al obtener la atención de todos—: gracias. Este trozo es un pie de página. Fue arrancado deun libro.
Todos, al pie de la biblioteca, sacan libros y libros y ninguno tiene nada escrito. Dejan una montaña de ellos en el piso.
—No entiendo. ¿No hay más letras? Me siento asfixiado por el aire —ha dicho Daniel. Se sienta en la silla exasperado. Se para en la silla—. Aquí se siente uno mucho mejor. —Se sube al escritorio—: ¡Aquí arriba siento letras! ¡Vengan, súbanse! —Pilar,...