Cuentos
Comedia y terror es lo que ‘Arrástrame al infierno’ (‘Drag Me to Hell, 2009) da, en una mezcolanza tan intencionada como inútil. No basta con las intenciones, porno hablar de que dicho argumento está cogido por los pelos, ¿desde cuándo la intención de hacer algo mal justifica el hecho de que está mal? Porque si Raimi era consciente de que su película es un pestiño, entonces no me infiere ningún respeto como cineasta. Con lo estupendas que son ‘Darkman’, las dos primeras entregas del hombre araña, y esa obra maestra titulada ‘Un plan sencillo (‘A simpleplan’, 1998). Hasta ‘Entre el amor y el juego’ (‘For the Love of Game’, 1999) estaba por encima de la media de ese tipo de films.
El argumento de ‘Arrástrame al infierno’ parece una muy directa crítica a la actual crisis financiera, sin duda el mejor apunte de toda la película. Una empleada de banco, deseosa de ascender y preocupada por un compañero que intenta pisarle el puesto, atenderá a unaanciana a la que le denegará un retraso en las mensualidades de la hipoteca, provocando las iras de la vieja hasta unos niveles demoníacos. Es a partir de ahí —el resto de la historia no interesa a nadie— cuando comienza una sangrienta venganza fílmica contra esos seres tan queridos conocidos como banqueros. Sin lugar a dudas, el punto de partida más interesante hecho en estos tiempos, y la divertidaosadía de meterlo en un contexto terrorífico, perdón, cómico, no, terrorífico…
La mezcla equitativa de géneros nunca ha dado resultado; hay dramas con gotas de comedia, hay thrillers con gotas de drama, hay westerns que son thrillers. El tono marcado por el director es el que éste debe saber mantener en todo momento, aún navegando entre varios géneros. El problema de ‘Arrástrame al infierno’ noes haber querido asustar y hacer reír al espectador, sino no haber sabido encontrar un tono adecuado a tan difícil empresa; la película hace reír en sus instantes supuestamente terroríficos, y en los cómicos es simplemente ridícula. Aunque hay que decir a su favor que alguno de ellos, como el de la cabra en la sesión de espiritismo, está realmente conseguido. Aunque dicha secuencia es también unamuestra de no controlar el material que se tiene entre manos. Si el momento cabra hace reír, ya que es un momentos cómico, el del poseído volando por los aires no lo es, y provoca vergüenza ajena. Miedo evidentemente ninguno, como el resto de la película.
‘Arrástrame al infierno’ contiene la más larga retahíla de sustos del reciente cine, pero ello no quiere decir que éstos funcionen. Cantidadno significa calidad, y aunque Raimi intenta por todos los medios mantener al espectador continuamente en vilo mediante las repentinas apariciones de cierto personaje, recurre al más sobado de los trucos: el excesivo uso de la banda sonora, con el consiguiente subidón de volumen, cuando algo malo va a pasar. De esa forma cualquiera puede asustar al espectador, pero ni existe suspense, ni terror, ninada de nada; sólo una vieja gritona con muy malas pulgas acosando a una despistada banquera que no se entera de nada, y golpes de efecto demasiado efectistas, valga la redundancia.
La ridiculez de la que hace gala Raimi —y su hermano Ivan, siendo co-autor del guión— alcanza su máxima en la elección de la pareja protagonista. Alison Lohman —sustituyendo a Ellen Page, con lo cual hemos...
Regístrate para leer el documento completo.