Cultura: la revolución dormida entre la apatía y la prostitución

Título: Cultura, la revolución dormida entre la apatía y la prostitución
Autor: Antonio Andrade
www.antonioandrade.com.mx

En estos tiempos donde crisis es ya, más que una palabra de uso común, un definidor generacional altisonante y globalización se ha convertido en adjetivo de amenaza para todo aquello que no atienda los parámetros de un consumismo acelerado, la cultura, fungiendomayormente como una entidad del sentir y el expresar social se ha visto obligada a provocar, a urgir y a reinventar sus propias válvulas de escape porque, -le guste o no a los grandes promotores de un planeta donde el libre comercio sea bandera y la selección natural una simple decisión de unos cuantos en torno a una mesa dentro de una lujosa sala de juntas- un pueblo que es llevado a reprimir susexpresiones culturales es un pueblo que únicamente puede ser concebido por quijotes y utopistas.

Y para muestra un botón, por muchísimos años, los creadores culturales –los verdaderos creadores- han sufrido una opresión lastimosa ejercida por aquellos que tuvieron a mal, comprender que todo aquello que nos hace echar a andar la maquinaria del pensamiento solo significa una cosa, cuestionamiento, y quede ese cuestionamiento se desprenden pues, todas aquellas cualidades inherentes al ser humano libre que perfectamente puede –si este mismo se replica en sus semejantes- poner en peligro sus narcisos planes de crecimiento, expansión y enriquecimiento –ilícito o desmedido-, que por años han conseguido sostener en pie, gracias a la explotación, la opresión y el control de ese amasijo de mentessilenciosas y conformes que desfilan adecuadamente bien programadas por callejas, comercios, corporativos, oficinas gubernamentales y hasta colegios e instituciones educativas.

Pero como siempre sucede en la vida y como ya ha quedado estipulado, para toda acción existe y existirá invariablemente una reacción, toda ley tiene su trastienda y toda imposición su vuelta en u, y es así como podemosencontrar a un sin fin de personajes y grupos comprometidos con la expresión humana y entonces sucede que cuando las grandes editoriales cierran sus puertas no solo a los nuevos poetas sino a los nuevos talentos literarios en general, estos se apoderan de un sin fin de sitios públicos en internet y comienzan a sumar adeptos de un modo titánico que, desafortunadamente, siempre es gratuito, otros fundan supropia editorial y de manera independiente pican piedra para ir colocando, paso por paso, las letras propias y de sus autores en tiendas y librerías, cuando las grandes instituciones organizadoras de eventos comienzan a negar espacios y oportunidades a colectivos actorales y grupos teatrales nacionales, estos comienzan a tomar las calles, peinan colonias enteras en busca de pequeños teatros quetampoco perfilaron en la lista de los mostros culturales y comienzan a dar sus funciones con todas las deficiencias conocidas e imaginables y cuando un puñado de hambreados, ambiciosos y oligofrénicos empleaduchos gubernamentales deciden recortar o de plano desaparecer los presupuestos destinados al fomento y el desarrollo cultural de su territorio, un sin número de artistas y creadores se venobligados a tocar puerta por puerta hasta encontrarse con aquellos que no solo creen en lo que dicen, cantan, pintan, bailan, interpretan, fotografían y generalmente regalan sino que se casan con su idea y es así como se forman y traen a la vida los colectivos, las revistas, los foros y todo aquel movimiento independiente y comprometido que actualmente representa a la cultura en nuestro país.

Portodo esto y algunas otras cosas que definitivamente ignoro es que se vuelve necesario comenzar a trazar los bosquejos de una política cultural que no solo reparta algunos pesos para cada decidor del término sino que contemple la regeneración de los espacios, la creación de espacios nuevos, la correcta evaluación de propuestas culturales, el análisis de las preferencias y necesidades culturales...