Curriculo Vitare

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ORACIÓN DE Semana Santa.


MOTIVACIÓN. Al término de la santa Cuaresma, nos disponemos a descorrer el velo del lugar Santísimo y penetrar en el misterio del amor más grande. Meditaremos la hondura y la altura del misterio, mediremos la longitud y la anchura del amor.
Son los días más santos del año litúrgico. Vamos a celebrar las fiestas de nuestraRedención. Se nos pide un culto en espíritu y en verdad. No podemos conformarnos con mirar la fiesta desde lejos. Hemos de acercarnos, hemos de contemplar, hemos de empatizar.
Cristo está en el centro de todas nuestras celebraciones; fijos, pues, nuestros ojos en él. Acostúmbrate a mirarlo con los ojos del alma, porque un día será la ocupación permanente de la gloria. Hablamos, naturalmente, node una visión entretenida, sino de una visión de comunión.


1. A GRITOS Y CON LÁGRIMAS

Lectura de la carta a los Hebreos 5,7-9.

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. El, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación,se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.


Destaca, en este pórtico de la Pasión, la estampa de Jesús suplicando al Padre con gritos y con lágrimas. Es otra versión de la noche de Getsemaní. Impresiona ver a Jesús agitado por la angustia y por el miedo. Nos impresiona este Jesús que llora y que grita al cielo.

• Los gritos y las lágrimas deJesús nos prueban la verdad de su Encarnación. Cristo se despojó de su realidad divina, que quedó guardadita en los armarios del cielo. Asume todo lo humano, como un hombre más. Asume nuestro peso y nuestro barro, nuestras pasiones y nuestras emociones, nuestras dudas y nuestros miedos. Por eso llora, grita y suplica. Que sí, que Cristo descendió hasta nuestros más oscuros infiernos.

• Nosprueban la verdad de la solidaridad. Cristo aprendió a sufrir, empatizó con todos los que han sufrido y sufrirán, con todos los que han llorado y han gritado, desde el justo Abel hasta el último caído, víctima del odio o del fanatismo. Por eso Jesús puede consolar a todos los que sufren, ángel universal del consuelo, porque no hablará desde fuera, sino desde dentro; aprendió, sufriendo, a consolar.• Nos prueban la verdad de la redención. Si el Hijo de Dios llora, no es sólo para compartir las lágrimas, sino para quitarles su amargor, convertidas así en aguas de purificación y en riego fecundo. Y si el Hijo de Dios grita,.no es sólo para solidarizarse con los desgarros humanos, sino para transformar el grito en plegaria confiada. Lo mismo podemos decir del temor, de la duda, de latristeza... Todo queda reducido, todo puede ser gracia. Y la muerte, Cristo no sólo paga el tributo, sino que, muriendo, quitará su aguijón a la muerte.

GRITOS Y LÁGRIMAS
Gritó Jesús: escucha, Padre, escúchame. Gritó Jesús: ¿por qué, por qué, por qué?Gritó Jesús: ¡líbrame, Abba, líbrame! Líbrame del príncipe tenebroso y negro, líbrame de su burla y de su risa odiosa, líbrame de la nocheoscura y afilada
y del poder de las aguas sucias, líbrame de la mala estrella
y de los vientos nefastos, de esas aves de mal agüero que salen...