Dónde picar según el derecho

Dónde picar según el Derecho
Cualquiera que con intención conocida
despaldille
a un toro, pagará 100 rs. o sufrirá 8 días de cárcel

INTRODUCCIÓN

A raíz de la publicación en 1999 del estudio sobre la suerte de varas denominado SUERTE DE VARA de Luis F. Barona Hernández y Antonio Cuesta López, editado por la Diputación de Valencia, algunos críticos taurinos se preguntaron sobre laconveniencia de que el reglamento o reglamentos taurinos recogieran entre sus determinaciones el sitio de picar ¿Se puede obligar reglamentariamente a picar en una zona exacta a un animal en movimiento?

Sabido es que la única finalidad del Derecho es regular las acciones de los hombres, solo los hombres (y, por transposición los sujetos de Derecho, las personas jurídicas), son los destinatarios de eseproducto cultural que conocemos como norma jurídica o Derecho objetivo. Y que el Derecho impone al ser humano pautas de conducta, tanto a los sujetos privados como a los sujetos públicos, y, en caso de trasgresión de la norma, señala la consecuencia jurídica, y los medios o modos de restauración o restablecimiento de orden jurídico perturbado.

Consecuencia de lo anterior es que las normasjurídicas tengan un destinatario que goce de personalidad jurídica, elegido por el Derecho para una situación concreta prevista por el Ordenamiento jurídico.
¿Puede el Derecho obligar a Cristiano Ronaldo a meter un gol? No, Cristiano meterá gol cuando el esférico rebase completamente la línea de meta entre los tres palos, según el reglamento futbolístico.
El picador picará cuando pique en elmorrillo, borde dorsal del cuello en su posición caudal, según se explica en Andalucía. No es preceptiva, ni reglamento, es la esencia del lenguaje. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, al definir la acción taurina de picar, expresa: Tr. Dicho de un picador: Herir al toro en el morrillo con la garrocha, procurando detenerlo cuando acomete al caballo. El Diccionario es clarividenteal describir la acción según los cánones. Cualquier acción que no fuere la descrita no sería picar. Sería otra cosa. Es otra cosa.
La normativa taurina del siglo XIX y las preceptivas siempre habían consignado el sitio de picar, luego veremos algunas razones de tal exigencia.
Se debe a Tomás Ramón Fernández Rodríguez( LA ORDENACIÓN LEGAL DE LA FIESTA DE LOS TOROS. Revista de AdministraciónPública n.º 115 (Enero-Abril 1988), páginas 27 a 56), el intento de recuperación de viejos y nuevos principios, unos obedeciendo al caballo desnudo de otra época, otros ya consolidados por la larga experiencia del caballo acorazado, al señalar que algunas regulae artis contenidas en las preceptivas taurinas y en los antiguos reglamentos deben ser recogidas en la reglamentación:
Hay, no obstante,algunas regulae artis que son de obligada inclusión en la reglamentación de los espectáculos. Me refiero, claro está, a las que no sólo pretenden asegurar el buen hacer artístico, sino, más bien y sobre todo, asegurar que no se mengue o adultere por los lidiadores la integridad de un espectáculo que consiste—no hay que olvidarlo—en la lidia y muerte a estoque de una res brava, físicamente íntegra, cuyopoder inicial hay que reducir progresivamente para que la propia suerte final sea posible, pero sin anularlo de forma anticipada, alterando la secuencia de la lidia que ha de conducir de forma regular a ese final.

Tal afirmación necesariamente tuvo cabida en Ley 10/1991, de 4 abril de Potestades Administrativas de Espectáculos Taurinos, al señalar en su Exposición de motivos que la garantía delderecho de los espectadores y de la pureza de la fiesta requiere, también como presupuesto, que el régimen de las fiestas taurinas ponga un énfasis muy especial en el aseguramiento de la integridad del toro, de su sanidad y bravura y, en especial, de la intangibilidad de sus defensas.

Recordemos que la intervención administrativa es previa, simultánea y posterior a la lidia y se dirige a...