Dado

-¡Buenos días! -dijo la zorra.
-¡Buenos días! -respondió cortésmente el principito, que se volvió pero no vio nada.
-Estoy aquí, bajo el manzano -dijo la voz.
[...]
La zorra se calló y miró un buen rato al principito:
-Por favor... domestícame -le dijo.
-Bien quisiera -le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.
[...]
De estamanera el principito domesticó a la zorra.
-¡Ah! -dijo la zorra-, lloraré.
-Tuya es la culpa -le dijo el principito-, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...
-Ciertamente -dijo la zorra.
-¡Y vas a llorar! -dijo el principito.
-¡Seguro!
-No ganas nada.
-Gano -dijo la zorra- he ganado a causa del color del trigo.
Y luego añadió:
-Vete a ver las rosas;comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.
[...]
-Adiós -le dijo.
-Adiós -dijo la zorra-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.

"Mi vida es monótona. Yo busco las gallinas, y los hombres me buscan. Todas las gallinas se asemejan, y todos los hombresse asemejan. Y yo me aburro por tanto. Pero si tú me domesticas, mi vida será iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los demás pasos me hacen esconder bajo tierra. El tuyo, me hará salir de la madriguera como una música. ¡Y luego, mira! ¿Ves, allá abajo en el fondo, de los campos de trigo? Yo no como el pan y el trigo, por mí es inútil. Los campos de trigo nome recuerdan nada. ¡Y ésta es triste! Pero tú tienes pelo color del oro. Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado. El trigo, que es dorado, me hará pensar en ti. Y querré el ruido del viento en el trigo"... La zorra calló y miró a a lo largo del pequeño príncipe: "Por favor... me domesticas! ", dijo. "De bueno gana", dijo el pequeño príncipe, "pero no tengo mucho tiempo. Tengo quedescubrir amigos, y de conocer muchas cosas". No  conocen que las cosas que se domestican.. ", dijo la zorra"Los hombres no tienen tiempo más para conocer nada. Compran de los mercante las cosas raleas. Pero como no existen mercante de amigos, los no tienen amigos. Si tú quieres a un amigo me domesticas!" "Qué se necesita hacer?" el pequeño príncipe preguntó. "Hace falta ser muy pacientes", contestóla zorra. "Al comienzo tú te sentaras un poco lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré con la cola del ojo y ti no dirás nada. Las palabras son un manantial de malentendidos. Pero cada día tú podrás sentarte un poco más cerca"... El pequeño príncipe volvió el día siguiente. "Habría sido mejor volver a la misma hora", dijo la zorra. "Si tú vienes, por ejemplo, todas las tardes a las cuatro, delas tres yo empezaré a ser feliz. Con el pasar de la hora aumentará mi felicidad. Cuando sean las cuatro, empezaré a agitarme y a inquietarme; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si tú vienes no se sabe cuándo, no sabré yo nunca a qué hora prepararme el corazón.... se necesitan los rituales". "qué es un ritual?" dijo el pequeño príncipe. "También ésta es una cosa desde hace tiempoolvidada", dijo la zorra. "Es lo que hace un dia distinto del otro, una hora de la otra hora. Hay un ritual, por ejemplo, acerca de mis cazadores. El jueves bailan con las chicas de la aldea. ¡Entonces el jueves es un día maravilloso! Yo me incito hasta  la viña. Si los cazadores bailaran en un día cualquiera, los días se asemejarían todo, y no tendría nunca vacaciónes". Así el pequeño príncipe domesticóla zorra. Y cuando la hora de la salida estuvo cercana: "Ay!" dijo la zorra, "... lloraré". "La culpa es tuya", dijo el pequeño príncipe, "yo no te quise hacer mal, pero tú has querido que te domesticara"... "Es verdad", dijo la zorra. "Pero llorarás!" dijo el pequeño príncipe. "Es cierto", dijo la zorra. "Pero ahora que ganas?" " gano" ", dijo la zorra, "el color del trigo". Luego añadió: "Vas...