Darío y su curiosidad

Darío y su curiosidad
Había una vez un niño de seis añitos que vivía con su mamá en una bonito pueblo de casas blancas; se llamaba Darío, y su mamá, Paola.
Durante los meses dejulio y agosto, Darío iba todas las mañanas al trabajo de su mamá, ya que no había colegio. Cuando Paola abría el negocio a las nueve de la mañana, le decía siempre a su hijo:
Ahora,Darío, quédate quieto y no hagas ruido. Veas lo que veas, oigas lo que oigas no te muevas. Recuerda que si te portas mal, nadie querrá venir a nuestra tienda. Y Darío decía:
-Sí,mamá.
Cuando su mamá despachaba Darío se quedaba muy tranquilo en la entrada de la carnicería. Desde allí, asomando un poco la cabeza, podía ver algo de lo que pasaba en la calle.Un día un hombre corrió tras un jovenzuelo gritando:
- Ladrón, ladrón.
Pero Darío no movió ni un solo pie.
Otro día, Darío oyó un ruidito, lejos…muy lejos, como si alguien hicierachsss, chsss muy suavemente. Era un ruido muy raro: primero más débil, luego más cerca.
¿Qué podría ser? - Pensaba Darío. Es como si alguien se acercara.
El ruido era cada vez másfuerte.
De pronto, Darío olvidó las órdenes de su mamá y ansioso por saber qué era ese ruido salió de la tienda.
Darío muy desobediente se encontró con una serpiente malvada quelo había cogido de una oreja y se enroscaba alrededor de su cuerpecito. ¡Pobre Darío!
Su mamá, que le había oído gritar corrió como el viento para salvar a su hijito.
Paola con suenorme cuchillo de carnicera, saltó sobre la horrible serpiente, y finalmente tuvo que soltarle.
¡Corre deprisa! ¡corre deprisa!, - gritaba su mamá.
Unos momentos después, Paola lealcanzó y le llevó a la carnicería.
Como es de imaginar, a partir de aquel día, cuando Paola le dice a Darío que le haga caso a su mamá, no le quedan ganas de desobedecer.