Debiera Haber Obispas/ El Rol De La Mujer
Páginas: 8 (1910 palabras)
Publicado: 12 de noviembre de 2012
DEBIERA HABER OBISPAS Y EL ROL DE LA MUJER DURANTE LA HISTORIA
Debiera haber obispas es un retrato de la situación de la mujer a lo largo de la historia de México, pues es en éste país donde la voz y el voto femenino se ha reprimido constantemente. En dicha obra la protagonista (Matea) tiene un momento de poder después de haber estado a la disposición de un hombre religioso y enfermoen sus últimos días (El padre Feliciano), pero no tardará mucho en aceptar su antigua y sumisa vida de la mano de otro hombre católico (El obispo).
Rafael Solana Saucedo es el autor de la obra mencionada; un hombre que fue dramaturgo, periodista, crítico teatral, ensayista, cronista taurino y guionista de cine, además de haber ganado un par de premios a lo largo de su existencia; suvida comenzó el día 7 de agosto de 1915 naciendo en el puerto de Veracruz, México y finalizó el 6 de septiembre de 1992 en el Distrito Federal del mismo país. Fue un escritor representativo de varias obras modernistas y surrealistas a finales del siglo XX. Sus estudios los realizó en la Escuela Nacional Preparatoria y en las facultades de Derecho y Filosofía y Letras (1930-1937) de la UniversidadNacional Autónoma de México.
El autor decía que su obra dramática en general: “exponía dos distintas y opuestas filosofías. Una, la que veía como libre en esencia, biológicamente natural y pagana; la otra, la que consideraba restrictiva, racional y cristiana[1]”. En Debiera haber obispas puedo localizar todas las descripciones dadas en la frase anterior: en los habitantes del puebloobservo la primera filosofía, pues cada uno de ellos tenía una vida desordenada, pagana y la envolvían con máscaras para que su reputación no resultara afectada; mientras que Matea era controlada por personas externas (a veces surgían destellos de libertad pero se apagaban conforme avanzaba la historia).
Al iniciar el primer acto nos encontramos con Eufrosina, la criada de la que primerofue casa del padre Feliciano y después de Matea, dicho espacio es sencillo, católico y sombrío. Eufrosina lleva puesto un rebozo oscuro y camina sigilosamente; después aparece Matea, una mujer a simple vista discreta, de edad intermedia, con canas en las sienes y descuidada. Su rostro refleja cansancio y sufrimiento; porta una vestimenta que se confunde con las sombras, pues está cubierta con laropa más oscura, lisa y neutra que podemos imaginar “gris, pardo, carmelita o azul marino[2]”, lleva un chongo simple en la cabeza y un chal de estambre oscuro y pesado, con el que se tapa la cara con frecuencia. Ésta última aparece profundamente dormida y Eufrosina se encarga de despertarla, pues el obispo aguardaba por ella.
Entra el obispo y pregunta por el estado del padre Feliciano,el cual se encontraba sumamente grave, Matea explica que el padre había caído en un estado de locura, el obispo entra a la habitación de él y al salir de ella da la noticia de su muerte. Para este momento Tomás, Enedina, Aurora y Cosme se encuentran dentro de la casa, porque habían visto el auto del obispo y tenían curiosidad por su visita y por la ausencia del padre en las últimas misas; tantoellos como los demás habitantes del lugar rechazaban a Matea, pues la creían indecente y estorbosa en la casa de un santo: “La presencia de esa mujer en esta casa ha sido el escándalo de la feligresía por años; ahora el señor obispo pondrá un hasta aquí a esa situación embarazosa; la echará, obligará a nuestro venerado padre a prescindir de ella…y hasta es muy posible que se alivie el señor cura,una vez arreglado este asunto con Dios[3]” éstas palabras mencionadas por Tomás, y lo siguiente por Aurora: “Si no es que ella es la que le ha tenido así estos últimos días, con algún bebedizo[4]”.
El obispo les dice que el padre murió a causa de la locura, pero que en su proceso agonizante le había externado a Matea los pecados confesados del pueblo, pues el pobre hombre no tenía...
Debiera haber obispas es un retrato de la situación de la mujer a lo largo de la historia de México, pues es en éste país donde la voz y el voto femenino se ha reprimido constantemente. En dicha obra la protagonista (Matea) tiene un momento de poder después de haber estado a la disposición de un hombre religioso y enfermoen sus últimos días (El padre Feliciano), pero no tardará mucho en aceptar su antigua y sumisa vida de la mano de otro hombre católico (El obispo).
Rafael Solana Saucedo es el autor de la obra mencionada; un hombre que fue dramaturgo, periodista, crítico teatral, ensayista, cronista taurino y guionista de cine, además de haber ganado un par de premios a lo largo de su existencia; suvida comenzó el día 7 de agosto de 1915 naciendo en el puerto de Veracruz, México y finalizó el 6 de septiembre de 1992 en el Distrito Federal del mismo país. Fue un escritor representativo de varias obras modernistas y surrealistas a finales del siglo XX. Sus estudios los realizó en la Escuela Nacional Preparatoria y en las facultades de Derecho y Filosofía y Letras (1930-1937) de la UniversidadNacional Autónoma de México.
El autor decía que su obra dramática en general: “exponía dos distintas y opuestas filosofías. Una, la que veía como libre en esencia, biológicamente natural y pagana; la otra, la que consideraba restrictiva, racional y cristiana[1]”. En Debiera haber obispas puedo localizar todas las descripciones dadas en la frase anterior: en los habitantes del puebloobservo la primera filosofía, pues cada uno de ellos tenía una vida desordenada, pagana y la envolvían con máscaras para que su reputación no resultara afectada; mientras que Matea era controlada por personas externas (a veces surgían destellos de libertad pero se apagaban conforme avanzaba la historia).
Al iniciar el primer acto nos encontramos con Eufrosina, la criada de la que primerofue casa del padre Feliciano y después de Matea, dicho espacio es sencillo, católico y sombrío. Eufrosina lleva puesto un rebozo oscuro y camina sigilosamente; después aparece Matea, una mujer a simple vista discreta, de edad intermedia, con canas en las sienes y descuidada. Su rostro refleja cansancio y sufrimiento; porta una vestimenta que se confunde con las sombras, pues está cubierta con laropa más oscura, lisa y neutra que podemos imaginar “gris, pardo, carmelita o azul marino[2]”, lleva un chongo simple en la cabeza y un chal de estambre oscuro y pesado, con el que se tapa la cara con frecuencia. Ésta última aparece profundamente dormida y Eufrosina se encarga de despertarla, pues el obispo aguardaba por ella.
Entra el obispo y pregunta por el estado del padre Feliciano,el cual se encontraba sumamente grave, Matea explica que el padre había caído en un estado de locura, el obispo entra a la habitación de él y al salir de ella da la noticia de su muerte. Para este momento Tomás, Enedina, Aurora y Cosme se encuentran dentro de la casa, porque habían visto el auto del obispo y tenían curiosidad por su visita y por la ausencia del padre en las últimas misas; tantoellos como los demás habitantes del lugar rechazaban a Matea, pues la creían indecente y estorbosa en la casa de un santo: “La presencia de esa mujer en esta casa ha sido el escándalo de la feligresía por años; ahora el señor obispo pondrá un hasta aquí a esa situación embarazosa; la echará, obligará a nuestro venerado padre a prescindir de ella…y hasta es muy posible que se alivie el señor cura,una vez arreglado este asunto con Dios[3]” éstas palabras mencionadas por Tomás, y lo siguiente por Aurora: “Si no es que ella es la que le ha tenido así estos últimos días, con algún bebedizo[4]”.
El obispo les dice que el padre murió a causa de la locura, pero que en su proceso agonizante le había externado a Matea los pecados confesados del pueblo, pues el pobre hombre no tenía...
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