Democracia

Portantiero, en primer lugar, va a plantear un problema en donde va a decir que la situación mundial que se encuentra en crisis se puede encontrar una recomposición a través de principios reunificadotes, pero que la situación en América Latina parece ir más allá de un desequilibrio funcional en la relación entre economía y política. La crisis ataca la estabilidad sostenida sobre consensosvalorativos y se instala en el “mundo vital” de los hombres.
Una primera consideración al problema de la consolidación de la democracia en sociedades latinoamericanas, es donde se han dado situaciones de ingobernabilidad bajo experiencias autoritarias de derecha, no es posible pensar en la imposición del orden nuevo por vía de la estructuración de un espacio político “revolucionario”.
En las sociedadesse trata de superar mediante la estabilización de gobiernos democráticos, una doble crisis, por un lado la de los populismos ligados con su momentos social de la industrialización difícilmente repetible, y por otro, la de los autoritarismos militares que buscaron, mediante la imposición violenta de una tecnología represiva, ajustar esas sociedades a las nuevas condiciones del mercado mundial. Sudesafío, en condiciones economías de enorme restricción es el construir no solo un gobierno sino también un movimiento, un sistema lo que implica operar con dos lógicas de acción política diferente.
Portantiero, en segundo lugar va a proponer una doble tarea: un gobierno y un sistema, para imponer una centralización del poder. Tal situación se acercaría a los procesos de fundación revolucionariade Estados. En ambos casos se trata de poner en funcionamiento un espacio de reglas constitutivas, o sea, una dimensión en la que se definen los límites de la legitimidad; las nuevas reglas de juego con que el sistema va a operar.
Portantiero, va a decir que en las consolidaciones Revolucionarias, la situación política se irá centralizando cada vez más hasta llegar a una situación en donde lasreglas normativas del grupo que ocupa el centro del proceso de toma de decisiones se identifican con las reglas constitutivas. Y de esta manera igualando al sistema con el gobierno y eliminando toda disidencia.
La definición de la política que se impone a las situaciones democráticas en contraposición con las revolucionarias, obliga a un juego plural que descarta la posibilidad de identificación delos dos tipos de reglas: el gobierno no puede igualarse al sistema.
Este es el terreno, que según Portantiero, de dificultad y desafío en que se coloca el proceso de consolidación de la democracia tras la transición entre la dictadura y el retorno a las formas republicanas.
En Server lugar, dice que el gobierno, imposibilitado de imponer autoritativamente una fusión entre su programa y elsistema, vive en el riesgo de enfrentarse en “issues” sobre los cuales sería necesario acordar y de pactar cuando en términos de su individualidad política debería diferenciarse. Su fracaso tiene la posibilidad de ser el fracaso del sistema.
También va a decir, que la situación que impide la estabilización de las dictaduras y bloquea las salidas revolucionarias, opera, también como restriccióndesestabilizante para el momento de la consolidación democrática.
Habla de un “empate” sociopolítico, donde se debe destacar que el impacto de “empate” sobre un sistema político débil tiene que ver con las formas históricas de constitución de los actores sociales y con un grado de representación, lo que implica un problema relativamente autónomo: la relevancia económica no esta linealmente asociadacon el grado de influencia política y social.
Luego distingue, a las corporaciones y los partidos, dice que el problema es la manera en que las corporaciones se compensan con otras instituciones en el funcionamiento de un sistema democrático: el peso excesivo de las corporaciones es indicativo comparado con la escasa densidad del sistema de partidos, el equilibrio se resuelve teóricamente con el...