democracia

De Mujeres y Democracia
Ecos victorianos
Patricia K. Deschamps
Existe en la sociedad patriarcal un lamento perpetuo sobre la "decadencia de la familia". Pero en realidad el pesar proviene de losmiembros del clan masculino, por su temor de perder la autoridad dentro del hogar, o incluso en la vida pública. El feminismo en su búsqueda de igualdad representa sin duda un ataque violento a dichaautoridad. La familia ha sido un minicuerpo político en el que el padre ejerce la voluntad del conjunto. La liberación de las leyes de divorcio significa una seria amenaza ya que, al facilitar a lasesposas infelices el abandono del marido, éste se queda sin súbditos y su reinado concluye.
Los hombres desearían vivir en la época victoriana en la que todo padre de familia podía hacer lo quequisiera con su mujer sin temor a represalias o a la censura. Por ello, en su afán de defender la prolongación de aquella época dorada masculina, los hombres se valen de todo. Sus análisis y opinionesreaccionarias desde luego tienen el apoyo de sus mujeres conservadoras quienes, por debilidad, ignorancia, temor y comodidad, y además porque son in capaces de sobrevivir por sí mismas, traicionan supropia causa y a la par que sus maridos, estigmatizan y tildan de locas, histéricas, amargadas y frustradas a las feministas.
Se acusa al feminismo de diezmar la identidad masculina al poner en peligro subase principal que es la familia tradicional. Pero si el antifeminismo se preocupa por la declinación de la familia no es porque no desee preservar la calidez doméstica, sino porque ésta constituyesin duda el centro de poder que otorga sentido al YO masculino. Un hombre sin una tradición familiar, de cuya continuación se siente responsable, se convierte en un ente anónimo. Los antifeministasrecurren a metáforas, capturan sus discursos con alusiones eruditas, citan profusamente a los clásicos, a los filósofos griegos, aunque no mencionan en lo absoluto investigaciones y evidencias...