DERECHO

A) Antecedentes

El día 15 de Septiembre de 1994 falleció en la ciudad de Zaragoza un joven que había sufrido días antes una caída desde la bicicleta en la que paseaba por las calles de Ballobar (Huesca). El jóven en cuestión, Marcos Alegre Vallés, de tan sólo 13 años de edad, sufrió una caída que derivó en una gran pérdida de sangre en su pierna. Lo que pudo ser una caída como otracualquiera, acabó en catástrofe. Tres días después de la caída, Marcos comenzó a sangrar por la nariz y pasó a tener un claro estado de palidez en su rostro,. Inmediatamente, sus padres acudieron al centro hospitalario más cercano en busca de atención sanitaria. El veredicto de los doctores fue claro. Marcos necesitaba una transfusión de sangre, ya que, de no ser así, su vida correría peligro. Sin embargo,sus padres invocaron su condición familiar de ser testigos de Jehová, oponiéndose a la transfusión de sangre y solicitando el alta médica para su hijo.

El centro hospitalario no dio su brazo a torcer y acudió al Juzgado de Guardia, quien autorizó al personal médico para llevar a cabo esa transfusión de sangre, decisión acatada finalmente por los padres. Llegados al momento de realizar latransfusión, fue el propio niño quien se opuso, actuando violentamente y en un gran estado de excitación. Los médicos, ante tal situación, consideraron contraproducente para la salud del paciente la realización de la transfusión sanguínea debido a que podría producirse una hemorragia cerebral.

Finalmente, el joven falleció siete días después de la caída, tras caer en estado de coma y tras haberserealizado la transfusión sanguínea, contra su voluntad, pero sin oposición de sus progenitores. Una vez fallecido, se llegó a la conclusión de que si Marcos se hubiese sometido a tiempo a la transfusión de sangre, habría salvado su vida.

Como consecuencia, el fiscal acusó a los progenitores de homicidio ante la Audiencia Provincial de Huesca, quien absolvió a Pedro Alegre y Lina Vallés, teniendoen cuenta la oposición del menor a la intervención, ejerciendo su derecho a la libertad religiosa.
Sin embargo, el Tribunal Supremo se mostró contrario a la Audiencia Provincial de Huesca. La Sala Penal del Tribunal anuló la sentencia anterior y condenó a pena de cárcel (dos años y medio) a los padres del joven fallecido en 1997, entendiendo que no habían ejercido adecuadamente la potestad y lasalvaguarda de la salud del menor, de la cual eran responsables.
Años después, la sentencia del pleno del Tribunal Constitucional, defendiendo la argumentación de la Audiencia Provincial de Huesca, anuló la condena del Tribunal Supremo. Su sentencia parte de la defensa del derecho a la libertad religiosa, atribuido no solo a las personas adultas, sino que, de acuerdo con la Constitución y losconvenios internacionales sobre derechos humanos, “los menores de edad son también titulares del derecho a la libertad religiosa y de culto”.Tanto un órgano como otro consideraron clave el hecho de que Marcos haya expresado con claridad su voluntad de no someterse a una tranfusión de sangre, por respeto a su religión.
Como conlusión, el Tribunal Constitucional anula la condena del TribunalSupremo, exponiendo que, tanto Pedro Alegre como Lina Vallés, invocaron su derecho a la libertad religiosa como fundamento de la oposición a la tranfusión de sangre, y también posibilitaron la actuación del poder público para la protección del menor, según criterio médico.





C) Comparación y análisis de ambas sentencias aludiendo a los distintos argumentos que esgrimen.

Como hemos vistoanteriormente, el Tribunal Supremo y el Tribunal constitucional muestran opiniones contrarias en un tema tan delicado como es la confrontación entre la religión y la propia existencia.
Aunque las sentencias dictadas por estos órganos sean contradictorias entre sí, ya que resuelven el asunto de un modo totalmente diferente, prevalece la del Tribunal Constitucional. Anteriormente el Tribunal Supremo,...