Derechos Y Verdad Opinion

DERECHOS Y VERDAD

En Colombia como Estado Social de Derecho, reconocemos la libertad de expresión y la libre determinación de los pueblos, como derechos fundamentales consagrados en nuestra Constitución Política de 1991, que de igual manera avalan el sano debate en pro del establecimiento democrático.

Sin embargo, estos derechos no se materializan hasta que el Estado no proporcione lasgarantías necesarias para este fin, que puede ser obstruido por las dinámicas violentas propias de un País como Colombia, en donde se articulan prosas y versos de carácter contestatario de una vertiente ideológica u otra, que aseveran la polarización y que no son más que excusas para mantener unos terroristas que se alimentan de estos ruidos para doblegar la soberanía estatal cebados de laabundante grasa que proporciona el narcotráfico y que bajo unas banderas que ya perdieron su legitimidad han venido sacrificando y desangrando al país a través de los años.

Resulta propicio por ende, establecer la real dimensión de las manifestaciones que en estos últimos meses hemos podido conocer; ¿Qué es en realidad LA MARCHA PATRIOTICA?, un movimiento de extracción rural y obrera que pretendela reivindicación de la lucha de clases a fiel copia del modelo revolucionario cubano, o simplemente es una excusa de sus promotores, que en realidad buscan una alternativa de poder a cualquier costa financiado con petrodólares de un vecino el cual auspicia y aloja lideres terroristas, como ha sido evidenciado por las investigaciones de las agencias de seguridad internacional.

Seríamaravilloso por ejemplo, que los promotores de este movimiento en procura de desvirtuar cualquier suspicacia, nos muestren a los colombianos como están financiando las movilizaciones que han venido convocando, atrayendo a las personas con un discurso de izquierda ambiguo y anacrónico amenizado eso si a punta de papayera, comida y paseo gratis, con promesas de tipo populista, y simbolizado de formadescarada al peor estilo del movimiento bolivariano del señor de la boina roja, que no puede generar otra cosa sino desconfianza y poca credibilidad.

Así mismo, debemos referirnos a la manifestación de origen indigenista que se ha presentado en el Departamento del Cauca. Hasta qué punto la libre determinación de los pueblos y su autonomía puede violentar la esencia magna del territorio nacional,mucho más cuando los asentamientos se encuentran en zonas neurálgicas que como el Cauca se convierte en corredor estratégico para el intercambio narco-armamentista que nutre al terrorismo, y que afecta directamente la seguridad en el orden nacional que se resiente ante las violentas imágenes presentadas en los medios, en donde se desvirtuó al accionar legitimo de nuestras fuerzas militares,dejando en el aire un tufillo de infiltración terrorista que aún no se disipa.

Y no se disipa, porque hemos vuelto a esa confrontación armada solapada y mediocre donde los actos terroristas son pan de cada día, que permiten recordar la vigencia de estos criminales, incrementando amenazas y extorsiones. Eso sí con una plataforma que traspasa al ámbito político con milicianos y agentes queinfiltran con éxito los distintos movimientos e instituciones de la vida pública nacional.
Dejo estas líneas a discreción del lector, no sin antes reiterar que la libertad de expresión y la libre determinación de los pueblos son derechos que bajo el amparo del Estado deben garantizarse hasta los límites propios de la Soberanía, y no debe permitirse que algunos movimientos sociales malinfluenciados y permeados por el terrorismo, se amparen en ellos como mecanismos de presión que violentan la estabilidad y afectan la seguridad de los 45 millones de colombianos.

DE IZQUIERDAS, DE DERECHAS Y DE COLOMBIA

La historia reciente de nuestro país ha estado asociada a cambios políticos y sociales determinantes, que se vinculan de forma directa a la polarización ideológica y al sectarismo...