Detonadores
Con permiso de Daan Hoekstra, Sonora.En vez de esperar a que los medios masivos nos presenten al siguiente caudillo o al “movimiento social del mes” al cual seguir, creemos que el liderazgo existe en cada uno de nosotros y que el primer campo de batalla está en el terreno de la vidacotidiana de cada individuo. Ya estamos—todos nosotros—luchando en esta batalla día y noche en nuestros hogares, lugares de trabajo, escuelas, calles, vecindarios, relaciones personales e incluso en nuestras propias mentes, mientras los neoconquistadores de los medios masivos intentan una constante invasión para decirnos cómo pensar y cómo actuar. Ellos quieren mantenernos pasivos, obedientes y losuficientemente débiles como para no luchar por nuestros deseos humanos más básicos—y que carezcamos del tiempo libre y el espacio para disfrutarlos.
Se nos ocurrió una idea: En lugar de 100 millones de personas en luchas separadas, solitarias—y para la mayoría de nosotros, inútiles—en contra de gobiernos, empleadores, escuelas, supermercados, tráfico, medios de comunicación, publicistas, y detodo el resto de mezquinos aspirantes a tiranos en cada dominio de la vida cotidiana, ¿por qué no empezar la revolución de 2010 juntos, ayudándonos a luchar nuestras revoluciones individuales diarias de forma conjunta?
Es esta tarea a la que el primer número de La Detonadora Internacional: Crónica de la reconquista de la vida cotidiana en México se dedicará: Para identificar que el primer campo debatalla está en el terreno de la vida cotidiana. Para compartir con cada uno sus y nuestras experiencias acerca de cómo ganar esas batallas. Y como un gigantesco laboratorio nacional para desarrollar nuevas tácticas y estrategias que puedan terminar—de una vez por todas— con una sociedad en la que tenemos que obedecer las órdenes de los de arriba. Es un llamado a que activemos el interruptor paraafirmar que nuestras necesidades y deseos van primero, y todos los sistemas, gobiernos, y organizaciones económicas, de medios y políticas tendrán qué hacer lo que deseemos; o si no dejarán de contar con nuestra obediencia, tiempo, espacio, acuerdo, atención, así como con nuestra disposición a consumir la basura que están acostumbrado a vendernos.
Uno de los retos para reconquistar la vidacotidiana radica en roconocer que la mayoría de las personas sentimos que nuestras luchas son tan pequeñas que no le importan a nadie más, comparadas con los asuntos “grandes” y “políticos” como la “democracia” o la “justicia” o la “libertad.” La lucha cotidiana del peatón para cruzar las calle en contra de un tráfico agresivo. El estudiante aburrido en el salón de clases donde él o ella creyó quepodía aprender algo útil. El marido o la esposa, el novio o la novia, en constante pelea con su pareja al tratar de encontrar amor en una sociedad hostil que ofrece mil versiones disfuncionales sobre ello—cuando la moral y los concejos de revista tal vez puedan sólo servirles a los actores de una telenovela—. El hombre o la mujer sola e incapaz de encontrar amor o incluso sexo. La persona interesadaen informarse sin el tiempo para terminar de entender los sucesos porque la TV o la radio o el periódico o la internet ya le ha robado su atención con el escándalo en boga del día siguiente. La mujer que es acosada al caminar por la calle. El niño con padres o maestros abusivos. El anciano abandonado a su suerte. El trabajador o la trabajadora en un trabajo que odia. El viajero en el metro...
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