diario de viaje. 1810-2010

Diario de viaje
María se había levantado cansada ese día, había estado toda la noche preparando los papeles para el trabajo. Ella era abogada y, además madre de tres hijos. Generalmente no se levantaba tan temprano pero su marido estaba fuera de la ciudad porque su madre había enfermado.
Les preparó a sus hijos el desayuno, tomó algo rápido, agarró su portafolio y también tuvo tiempo demaquillarse. A veces se olvidaba de algunas cosas, pero no ese día, lo había hecho todo perfecto, como si fuese su rutina.
Por suerte sus hijos iban todos a la misma secundaria, sino su recorrido hubiera sido más largo y no habría llegado justo a tiempo al trabajo, donde se encontró con su jefe antes de subir por las escaleras.
-¡María! Qué bueno que te encuentro, no subas. Tenemos un nuevo caso, andáa esta dirección,- mientras le entregaba un papel- y el resto de los datos ahora te los mando al celular.
Sin siquiera saludarla si jefe ya se estaba yendo. ¿Qué caso sería? ¿Tan apurado estaba que no podía explicarle personalmente los detalles de este? Estas preguntas pasaron por la cabeza de María por un minuto, cuando le llegó el archivo a su celular. Allí explicaba que una empresamultinacional quería derribar una casa muy antigua, que podía ser considerada patrimonio cultural ya que fue construida alrededor del 1800, y su deber era recabar datos para hacer esto posible.
Subió a su auto y en pocos minutos llegó a la casa; no estaba muy alejada de la ciudad, aún así la zona estaba desolada. Revisó nuevamente su celular y no tenía señal, lo último que había recibido fue otro archivomás donde nombraba los dueños de aquella vieja casa. El último dueño había sido un tal Manuel. Solo eso, sin ningún apellido.
Cuando se acercó más a la casa, vio a una persona dentro. La casa estaba habitada, y había sido pintada recientemente, por un momento pensó que la dirección era errónea y antes de que diera medio vuelta, salió un hombre por la puerta principal y caminó hacia ella.-Señorita, ¿Qué necesita?- Dijo aquel hombre canoso y de piel curtida
-Soy María, la abogada que va a llevar adelante el caso para que esta casa no sea demolida
-¿De qué me está hablando? Debe ser un error- María se quedó callada, atónita, hasta que él dijo- por favor, pase, ¿Quiere un té o algo de tomar?
Entraron silenciosamente a la casa, que estaba llena de cosas viejas, cuadros, floreros y demás.Luego de charlar un rato, María descubrió que ese era Manuel, un historiador apasionado por la historia argentina, sobre el trabajo y el contexto en que se fue dando en realidad.
-¿Cómo es eso que me estás diciendo? ¿Las mujeres no éramos capaces de trabajar antes?- Dijo María un poco furiosa pero con tono irónico
-No, no es eso. La sociedad era la que creía eso – ella lo miró confundida- Paraentender esto debes entender el contexto. Dejame que te explique…
-Aunque no lo creas no me gusta mucho la historia, por más que sea abogada, nunca me interesó.
-Eso fue antes, con otros profesores. Cerrá los ojos e imaginá que estas en el año 1810 en Argentina, la revolución de mayo…
Y de repente las palabras de Manuel fueron construyendo cosas alrededor de María a medida que iba hablando, como situviera algún tipo de poder.
Al abrir los ojos María y Manuel estaban en otro lugar, se parecía mucha a las fotos que ella había visto del siglo XIX. Y así era, ya se hallaban en otro siglo, y así fueron avanzando por las distintas épocas, como a través de un túnel.
María se sentía una mujer del siglo XIX, sabía todo lo que había sucedido. Como era de clase alta sintió repulsión hacia un indioque pasó cerca. Allí surgió si primer idea ¿Cómo iban a ser tratadas como igual las mujeres si aún no lograban aceptar a todos los hombres en la sociedad? Por más que la esclavitud ya había sido abolida.
Una tira de imágenes pasó delante de ella hasta llegar a otro siglo. Antes de entrar en este resaltó para sí misma lo esencial de aquellos años, donde el trabajo no era más que una mercancía,...