Diez Falacias Sobre Los Problemas Sociales En América Latina
16 de julio de 2002
Diez falacias sobre los problemas sociales en América Latina
Autor
Bernardo Kliksberg
Publicado en:
Revista del CLAD Reforma y Democracia Nº19, páginas 123-162, febrero 2001
Comentario por:
Daniela Vicherat, Analista IIG.
abstract
Según indican encuestas recientes, la población latinoamericana muestra un profundodescontento respecto de lo que está sucediendo en el campo social, sienten que su generación está peor que la generación anterior, y demandan nuevas acciones en esta área. Este trabajo plantea que el avance hacia ellas está siendo bloqueado, entre otros aspectos, debido a la circulación de ciertas falacias que concluyen en la implementación de políticas erróneas. Pone foco a diez de esas falacias, analizasus impactos sobre las políticas públicas, y examina la falta de validez de sus contenidos.
Frase escogida:
“Las encuestas reflejan que (en América Latina) la población está clamando por cambios, a través de la democracia, no por otra vía, que permitan enfrentar los agudos problemas sociales... que se suman a la circulación profusa de ciertas falacias sobre los problemas sociales que llevan ala adopción de políticas erróneas y a emprender caminos que se alejan de la salida del largo túnel en que está sumida buena parte de la población”
Comentario:
Ante el creciente descontento por parte de los latinoamericanos respecto de su situación actual, si se la compara con la de sus padres1, Kliksberg propone reflexiones que atañen a las causas centrales de esta situación desde el punto devista de las políticas sociales. Reconociendo que la gente distingue perfectamente las causas aparentes de las profundas que afectan este descontento. Partiendo de la base de la existencia de un amplio apoyo al sistema democrático y sus ideales, el problema se centra más bien en la insatisfacción y frustración respecto del funcionamiento que el sistema democrático ha supuesto para el continente2. Las causas del descontento son muchas, pero sin duda las más determinantes son de corte económico-social, considerando la prevalencia y empeoramiento de la situación de pobreza que afecta a amplios sectores de la región3. Ante esto, Kliksberg sostiene que la población latinoamericana está clamando por cambios, a través de la democracia, que son difíciles de implementar si se mantiene laexistencia de intereses creados por la consecución de privilegios, o el funcionamiento defectuoso de organizaciones e instituciones básicas, o la existencia de falacias sobre los problemas sociales que llevan a la adopción de políticas erróneas que estancan y entorpecen el desarrollo y la acción transformadora de las políticas sociales. El autor desarrolla su artículo en torno a la distinción de diezfalacias que interfieren en la toma de decisiones públicas obstruyendo la búsqueda de alternativas renovadoras y una nueva generación de políticas económicas y sociales que permitan avanzar en el desarrollo.
Primera falacia: la negación o la minimización de la pobreza
El argumento común que “pobres hay en todos lados” es una de las formas que adopta la relativización del problema. Sin embargo, enmateria económico-social siempre es importante desagregar los datos y observarlos desde una perspectiva histórica comparada. Siguiendo esta lógica, por ejemplo, es diferente contar con más de la mitad de la población bajo condición de pobreza como ocurre en América Latina que contar con “islotes de pobreza”, como ocurre en los países desarrollados.
En la región, pese a las discusiones metodológicassobre cómo medir la pobreza, se dan dos importantes coincidencias: (1) las cifras de población existentes por debajo del umbral de pobreza son muy altas, y (2) durante los últimos 20 años existe una tendencia al crecimiento de esas cifras, no sólo respecto de los números absolutos sino también en el porcentaje del número de pobres sobre la población total4. La pobreza es extensa, diversificada y...
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