diferencias idiomaticas

EL AUTOBUS
Ni sé la cantidad de tiempo que hacía que no tomaba un autobús; no crean que yo soy un tío al que no le gusta mezclarse con la gente sencilla que suele tener el autobús como único medio de transporte, simplemente, no lo utilizo. Tal vez por eso no termino se entender lo que ha ocurrido, y tal vez por eso, ahora que estoy sentado en la sala de espera de la Comisaría, atendiendo a queel sr. comisario me reciba para poner la correspondiente denuncia, me planteo si, en realidad, estaré haciendo el imbécil y voy a quedar en el más espantoso ridículo; o tal vez luego él se querelle contra mí por denuncia ilegal, o, en fin, la verdad es que hace ya mucho rato que, si no fuera porque el guardia de la puerta, muy amablemente, ha dicho:
-Tranquilo, hombre, ya se lo voy a decir alcomisario, usted pase a esperar dentro!
Digo que ya después de llevar aquí media hora esperando, y todavía no sé cuanto más voy a esperar, hubiera tomado las de villadiego.
Como es el mes de agosto, y en esta comisaría no tienen aire acondicionado (la verdad es que es la primera vez que visito una comisaría en verano -en realidad no la había visitado nunca-), estoy desesperado. Porque al subiral autobús yo iba con traje y corbata (Que cómo iba con traje y corbata para subir a un autobús en el mes de Agosto en una ciudad del Sur de España, si me dan tiempo, se lo explicaré, les juro que les explicaré todo, como pienso explicárselo al comisario, si me da tiempo) Ahora lo cierto es que sigo llevando traje y corbata. La corbata la llevo ahora arrebullada en el bolsillo dere¬cho de laamericana; dentro del autobús sí que hacía buena temperatura, porque desde el verano pasado el Ayuntamiento puso en servicio autobuses con aire acondicionado y puede ir uno en ellos como si estuviera en un restaurante o en una cafetería. Bueno, hay un pequeño problema, que es que cada vez que el vehículo llega a una parada tiene que abrir las dos puertas (la de delante, al lado del conductor, y la dedetrás, que suele estar en medio del vehículo), así que entra el calor de la calle en forma de corriente tórrida de aire que, como te coge en aquel momento desprevenido con el frío en el cuerpo, te da fundamen¬talmente en el estómago y en la espalda y te hace retorcer en una especie de espasmo frío-caliente que, a la quinta parada, de puede dejar hecho un guiñapo. Es por eso que en esa quintaparada sentí que en lugar de corbata llevaba una especie de cataplasma alrededor del cuello, y entre eso, y que los pocos pasajeros que todavía quedaban en el autobús (ese es el quid de la cuestión: que cada vez quedaban menos pasajeros!) me miraban con ese aire extraño que se mira en esta bendita tierra a quien le queda poco tiempo de vida, me la arranqué como pude y cuando la tuve en las manos,empezó a molestarme así que, como si fuera una serpiente que no había manera de enroscar, la metí como pude en el plastón derecho de mi flamante chaqueta de verano (por cierto, aunque alguien pueda decir otra cosa, no la estrenaba aquel día: en realidad, y aunque no sé si con este aspecto el comisario me creerá ahora, yo soy ejecutivo de una gran Entidad Bancaria de Madrid y tengo categoría deApoderado General).
En cuanto al penoso estado de la chaqueta en sí, una de esas chaquetas de grandes cuadros azul claro que tanto se han puesto de moda no solo entre ejecutivos, sino también entre médicos, Consejeros y Directores Generales, debo decir que los manchurrones de sudor que la afean tanto, al igual que a la camisa, que era blanca, no es tanto por el sudor de esa extraña situaciónfrío/calor, sino cuando, al quedar yo solo en todo el autobús, el conductor me ha lanzado esa mirada...
Bueno, pues, por fin, ya estoy llegando al principio!
Yo voy a trabajar todos los días en mi propio coche; y si no puedo hacerlo, porque lo tengo en el taller, cojo un radio-taxi. Esa es mi manera de viajar, y así lo había hecho yo esta mañana a las siete y media, cuando he tenido que...