Discurso 50 años

DISCURSO BODAS DE ORO- INSTITUTO ROSARIO DE LERMA N°8084
La conmemoración de las Bodas de Oro de nuestro querido colegio es el momento oportuno para dejar testimonio en nombre de tantos hombres y mujeres que aquí dejaron su impronta y su huella. El día de hoy es muy especial, lo es para todos los que hoy conformamos esta Comunidad Educativa, pero también lo es para todas aquellas personas quehicieron posible la creación y consolidación de esta Institución Educativa, sobreponiéndose a las múltiples dificultades encontradas en el camino. Por ello quiero expresar mi más profundo respeto, reconocimiento y admiración a quienes nos precedieron: directivos, docentes, padres y alumnos, porque este resultado, este logro de haber alcanzado 50 años de labor educativa es una conjunción deesfuerzos, de trabajo, donde todos los miembros fueron y son importantes y necesarios.
Desde mi mirada como ex -alumna que inauguró la década de los noventa ingresando a los estudios de la escuela secundaria en esta institución, quiero compartir mi experiencia de haber recorrido, cual viaje emocionante, una de las mejores etapas de la vida. Estimulada y alentada por mis padres, que procuraron siempreofrecerme las mejores oportunidades, ingreso al primer año de la sección Bachiller, cargada de emociones, de curiosidad y grandes deseos de aprender, con el entusiasmo y el orgullo de pertenecer ahora al Instituto Secundario Rosario de Lerma L-15, así llamado desde sus comienzos.
Nuevos códigos, normas y mucha incertidumbre se instalaron en los primeros días en un grupo de casi niños que apenasse conocían. Pero nada nos apartaba de la fascinación de comenzar a ser grandes, de tener a profesores que nos ilustrarían con su conocimiento en cada una de las clases, muchos de los cuales resultaron figuras importantes que nos marcaron y que todavía recordamos con cariño.
Fueron muchas las cosas nuevas que tuvimos que aprender. Los profesores no nos tuteaban, existían amonestaciones, faltas,reincorporaciones, posibles exámenes en diciembre, marzo, y ¡hasta previas! Así como hoy, en aquellas épocas también sentíamos temor en situaciones de evaluación, nos temblaban las piernas cuando teníamos que pasar al pizarrón, a veces también se nos ponía la mente en blanco y otras rebasábamos de saber. Y cuando algún compañero cumplía años no titubeábamos en cantarle una y otra vez el “Felizcumpleaños” con cada profesor; nos poníamos felices en las horas libres y buscábamos salir al patio a “despejarnos”. Era allí cuando apresuradamente el preceptor aparecía luciendo su clásica campera de cuero marrón e intentaba contenernos dentro del aula.
Sin teléfonos celulares, computadoras, tablets, notebook y mucho menos internet, los libros eran los únicos que nos permitían investigar yhacer las tareas. En la mayoría de los casos había que ir a buscarlos en las bibliotecas. En estos espacios fue que comencé a enamorarme de la Literatura y en donde descubrí mi vocación docente que se fue fortaleciendo a medida que culminaba este trayecto. Sí, el final del trayecto, el flamante quinto año a donde todos quieren llegar. Pero cuando ya estamos allí nos cuesta desprendernos de todoaquello que ponía una sonrisa en los labios, esos últimos momentos en los que dejamos de volar y cuando todo parece terminar, cuando cada uno decide buscar otros rumbos, cuando otra etapa comienza… ese momento queda marcado en lo más profundo del corazón. Recuerdos y más recuerdos, que se van transformando en el motor que nos empuja hacia adelante, hacia lo nuevo, aún me parece que apenas fueayer, cuando abrazados nos despedíamos al ritmo de una canción que nos revelaba que “la vida es un camino, un camino para andar…
En esta celebración, sin duda, todos los que somos ex –alumnos, hacemos una mirada retrospectiva y por nuestra mente transitan aquellos innumerables recuerdos que nos hicieron felices. Cuántos quisieran volver a recorrer las galerías, los patios o sentarse en uno de los...