Discurso de las élites y racismo institucional
Teun A. van Dijk Universidad Pompeu Fabra, Barcelona
En este trabajo se examinan algunos aspectos discursivos del papel de las élites y las instituciones en la producción y reproducción del racismo en las sociedades europeas.
Existen varias razones para centrar el estudio en el racismo de las élites y no en el racismo “popular” (para más detalles,ver van Dijk, 1993). En primer lugar, muchas de las élites afirman a menudo que “por supuesto” no tienen nada que ver con el racismo. Es más, los políticos respetables de los partidos democráticos, los periodistas de los principales periódicos o los eruditos tienden a acusar a otros de racismo, normalmente a aquellos que están en la extrema derecha o a la gente sin educación de los barriospopulares, que se enfrenta a diario con inmigrantes.
En segundo lugar, el prejuicio y la discriminación no son innatos, sino aprendidos, y se aprenden principalmente del discurso público. Este tipo de discurso, como los debates polí-ticos, las noticias y los artículos de opinión, los programas de televisión, libros de texto y trabajos de investigación académica están en gran parte controlados por lasélites. Si este discurso fuera sistemática y predominantemente no racista o antirracista, sería muy improbable que el racismo estuviera tan extendido en la sociedad como lo está, asumiendo que en muchos sentidos las élites son los guardianes morales de la sociedad y normalmente dan el buen o mal ejemplo de prácticas sociales.
En tercer lugar, sabemos por la historia del racismo que varias éliteshan tenido siempre un papel destacado en la dominación étnica y racial. De hecho, el concepto mismo de “raza” fue “inventado” por académicos, igual que la noción de superioridad racial, como sabemos por la extendida literatura científica del siglo XIX y gran parte del siglo XX (Barkan, 1992; Chase, 1975; Haghighat, 1988; Shipman, 1994; Unesco, 1983). El colonialismo, la eugenésia, la segregación,el Holocausto, el Apartheid y la “limpieza étnica” fueron prácticas racistas llevadas a cabo por políticos entonces “respetables”, y legitimadas por periodistas, académicos y científicos. Sus discursos se reflejaron en novelas, películas, libros de texto y discursos de “sentido común” en la vida diaria. Allá donde encontramos formas de racismo “popular”, éste está en gran medida preformulado porlas élites y sus líderes políticos y medios de comunicación, o utilizados de manera populista para restringir la inmigración. Y, finalmente, en los casos en que las élites no emprendían explícitamente la producción de prejuicios y estereotipos y la exclusión de los otros de su propio campo (política, medios, ciencia, etc.) se les puede por lo menos culpar de combatir de manera insuficiente elracismo cuando tenían los medios y la oportunidad de hacerlo.
En suma, hay unas cuantas razones para lanzar la tesis de que las élites siempre han sido, y aún son, parte del problema del racismo, más que la solución antirracista y multicultural. Sin embargo, como el racismo de las élites es a menudo bastante sutil e indirecto, y para distinguirlo del manifiesto y ostensible racismo de la extremaderecha, necesitamos investigar qué formas toma ese tipo de racismo hoy en día. Quizá estamos tan acostumbrados a este tipo de racismo que ya ni siquiera lo percibimos, como ha sido el caso de muchas formas de machismo, igualmente negado a menudo por los hombres.
El racismo de las élites es principalmente discursivo. Los políticos, los periodistas, los académicos, los jueces y los directivos lo quehacen fundamentalmente es escribir y hablar, y a través de sus diversos discursos dominantes expresan y reproducen sus creencias, ideologías, planes y políticas. Un discurso de un político prominente, un artículo de opinión de un periodista estrella, o un libro de un académico de renombre pueden tener un efecto más negativo que cientos de conversaciones tendenciosas en la calle, en el autobús o...
Regístrate para leer el documento completo.