Discurso d a del maestro y la maestra
Pero, sin embargo, mañana no solo homenajeamos a Sarmiento. En verdad, mañana celebramos algo que gracias a él podemos disfrutar y sufrir a la vez: celebramos la docencia, eltrabajo de aprender y enseñar para construir ciudadanía. El trabajo mal pago, muchas veces, de enseñar y aprender para la libertad. La docencia, noble tarea que no tiene nada que ver conun apostolado sino con la convicción de que en el aula se hace patria. Patria inclusiva.
Una tarea llevada a cabo mayoritariamente por mujeres que aunque invisivilizadas por el genéricomasculino y la figura de Sarmiento han sido las maestras desde el principio las figuras protectoras y educadoras, segundas madres, alimentadoras de nuestro civilizado sistema educativo.
Hoycelebramos la docencia, homenajeamos a nuestras maestras y maestros, recordamos y reafirmamos que la escuela es nuestro hogar y el segundo hogar de generaciones que tienen el derecho apertenecer.
Hoy nos reconocemos y exigimos el reconocimiento que muchas veces se nos niega. Hoy nos decimos orgullosamente maestros y maestras, trabajadores y trabajadoras de la EDUCACIÓN.
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