documento Escolar

DOCU

RELACIONES

100,

MENTO
OTOÑO

2004,

VOL.

XXV

UNA IDEA DE TINGÜINDÍN EN 1789
ELACIONES MICHOACANAS

La siguiente descripción de Tingüindín y su jurisdicción se adscribe al género de las “relaciones” compiladas durante la época colonial por distintas autoridades
seculares. Las más conocidas son las reunidas hacia 1580 por mandato
de Felipe II, que corresponden a una época en que lasgrandes conquistas habían llegado a su fin y en que desde España se veía la necesidad
de transitar desde el tono épico al administrativo.1 El monarca tenía la
certidumbre de que para gobernar adecuadamente sus nuevos dominios allende el mar era imprescindible conocer su historia, clima, población y recursos naturales. Que el vasto corpus informativo resultante
fuese debidamente procesado y en algoinfluyera las políticas coloniales
es algo que puede, desde luego, ponerse en duda.
Después de este gran impulso inicial, las relaciones prácticamente
desaparecieron. En el caso michoacano, podrían a lo sumo mencionarse
algunas descripciones interesantes realizadas durante las congregaciones de tierras de fines del XVI (Torre Villar 1995). Es significativo que nuestras principales fuentes posterioressobre la provincia sean padrones y
descripciones redactados por eclesiásticos en ocasión de las “visitas”
que obligatoriamente debían realizar los obispos en sus respectivas jurisdicciones (López Lara 1973; Carrillo Cázarez 1993). En otras palabras,
la Iglesia novohispana ocupó el lugar que dejaba vacante la Corona.
Avanzado el siglo XVIII las “relaciones” conocen un resurgimiento.
La primeraexpresión de este renovado empeño fue la compilación realizada en 1743 por José Antonio de Villaseñor, publicada poco después
como Theatro Americano Septentrional (Villaseñor y Sánchez 1952). No
obstante, el florecimiento del género corresponde a las últimas dos décadas de este siglo, y es uno de las consecuencias particulares del vasto
proyecto político que conocemos como “reformas borbónicas”(Romero

R

1
Estas “relaciones geográficas” (en adelante RG) han sido publicadas por René Acuña (1987). Tingüindín aparece en dos de ellas, la de “Xiquilpan y su partido” (1579) y la
“Relación de Tingüindín” (1581), propiamente dicha.

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y Echenique March 1994). Este ambicioso conjunto de innovaciones se
proponía tomar más firmemente las riendas del gobierno colonial, limitar lainfluencia de las oligarquías locales, impulsar la actividad minera
y crear instituciones que permitieran una mejor administración de las
que ahora, por primera vez, se denominaban claramente como “colonias”. Con este fin se establecieron nuevas y más amplias gobernaciones
provinciales, que unificaron varias alcaldías y corregimientos para formar intendencias. En el caso michoacano, la capital seestableció en Valladolid, y los límites fueron poco más o menos los del estado contemporáneo (con el agregado de Colima y Zapotlán). Las jurisdicciones
locales se convirtieron en subdelegaciones.
Un aspecto lateral de esta “revolución en el gobierno” fue la multiplicación de informes, inspecciones y estadísticas sobre las características del territorio, de la población, economía y recursos naturales.Estos
documentos son para el historiador de la época colonial un verdadero
tesoro, dado que para décadas anteriores es inevitable trabajar con fuentes escasas y fragmentarias. Presentan, también, serios problemas para
la comprensión de su origen y la validación de la información.
La mayor parte de estos documentos acabaron depositados en el heteróclito ramo de “Historia” del Archivo General de laNación, cuyos
orígenes provienen de una real orden para que los virreyes reunieran
materiales que sirvieran para redactar una “Historia general de las Indias”. Aquí fueron a parar originales y copias certificadas de obras manuscritas y documentos diversos que parecían pertinentes para el fin
deseado por el monarca. Los gobiernos del México independiente, a su
vez, continuaron agregando diversos...