Documento Sin T Tulo
urbano y vocal, derivado del pasillo colombiano, el que a su vez tiene como su antecedente más cercano al vals europeo que se afirmó a mediados del siglo XIX. Tres
hechos señalan con claridad al vals como fuente constitutiva del pasillo. En primer lugar, el cuadernillo de 18301840 titulado Música de guitarra de mi Sa. Da. Carmen Caicedo,
con 23 piezas cortas, encontrado en Colombia por el investigador Andrés Pardo Tovar, el cual contiene 8 valses, muchos de los cuales presentan el acompañamiento típico que
sería usado posteriormente en el pasillo.
En segundo lugar, el hecho de que en el vecino país del norte se conocían piezas que recibían el nombre de ‘vals al estilo del país’, ‘colombiana’ o ‘colombiano’, música que se
consideraba pasillo de la época. En tercer lugar, el vals y el pasillo compartían una misma forma de baile, esto es, de ‘pareja agarrada’. Por estas razones, cabe afirmar que, con el
pasar de los años, la americanización del vals dio lugar a la constitución del pasillo.
Los llamados ‘vals al estilo del país’ o ‘valsecitos nacionales’ fueron recreaciones criollas de las danzas de salón de las élites aristocráticas como el rigodó, el minué, paspié o vals
europeo, la mayoría de los cuales se interpretaban al piano. Este proceso de recreación y adaptación dio lugar al aparecimiento de danzas como: los valses del desmayo, el joropo,
el bambuco, la colombiana o la llapanga. Los valsecitos nacionales se tocaban con instrumentos locales al interior de las grandes casas señoriales o en los espacios
públicos, por las bandas militares. El pasillo corresponde a este tipo de vals y, desde el siglo XIX tiene plena vigencia en los países de Colombia, Ecuador y Costa Rica, mientras
que en Venezuela, Cuba, México, Perú y Argentina se conserva aún como una
coreografía folclórica.
...
Regístrate para leer el documento completo.