dominicos
asi ocho siglos separan a la actual Orden de Predicadores de su fundador, ya que Santo Domingo de Guzmán dejó este mundo el 6 de agosto de 1221.
Santo Domingo había dejado una sabia organización de gobiernoque se conserva hasta ahora; las provincias o comunidades regionales al estilo de los gremios de profesionistas, que precisamente en aquel siglo XIII surgían. A la muerte de Domingo había provincias en España, Francia, Alemania, Inglaterra, y dos en Italia; con el tiempo iría aumentando velozmente el número de las mismas. Cada provincia debió diseñar su apostolado según sus condiciones particulares;siempre en fidelidad al carisma dominicano de comunidad de estudio y oración, y acompañando el nacimiento de las ciudades y el derrumbe del feudalismo.
Desde su origen los dominicos fueron misioneros; ya a partir del siglo XIII se multiplicaron los esfuerzos evangelizadores hacia el norte de Europa, Rusia, los países eslavos -en donde sobresalió San Jacinto de Polonia, el norte de África ymedio Oriente. Esto último fue posible porque era el tiempo de las cruzadas. Se fundaron escuelas de lenguas y culturas islámica y judía, para los frailes misioneros; para ellos escribió santo Tomás su importante “Suma contra los gentiles”. La sangre de muchos mártires dominicos fecundaba las fronteras de la Iglesia... ¡Se cuenta que dos dominicos acompañaron a Marco Polo a China!
Por otro lado,antiguamente los delitos contra la religión eran delitos contra el Estado; con ese motivo cualquier juez, aun el más ignorante en teología, podía juzgar los asuntos religiosos. Los Papas se dieron cuenta de que eso no podía seguir así; que para cierto tipo de denuncias y litigios hacían falta jueces que fueran verdaderos peritos teólogos, y fue entonces que se llamó a numerosos frailes a ejercer elsanto oficio de la “inquisición”, o averiguación. Varios de estos frailes fueron asesinados por los herejes, entre ellos San Pedro Mártir. Sólo después la Inquisición se convirtió en instrumento político de los monarcas.
Un fenómeno que en el siglo XIII acompañó al surgimiento de las ciudades, fue la aparición de las universidades, de modo que numerosos frailes se integraron en un esfuerzo deestudio y reflexión universitaria, donde había que poner al día el pensamiento según las nuevas exigencias, pero en donde el teólogo debe reconocer al otro como colega e igual en el diálogo, y ya no como aprendiz; usar más los argumentos de la razón, y menos la obediencia a la autoridad. Un verdadero ejército de maestros, teólogos, comentaristas, traductores, secretarios, todos ellos representadospor dos poderosas figuras: San Alberto Magno que abordó todas las ramas del saber humano, especialmente las ciencias naturales, y Santo Tomás de Aquino, cuyo sistema filosófico-teológico sigue siendo, hasta hoy, de necesaria referencia.
Si el siglo XIII fue una conmoción en muchos sentidos; el siglo XIV exigió al ser humano una vuelta sobre sí mismo para poner en orden su vida según las...
Regístrate para leer el documento completo.