Educación cívica para el dialogo intergeneracional

Educación Cívica para el diálogo intergeneracional y la construcción de sociedades inclusivas de la población que envejece

Dra. Margarita Silva Hernández
Universidad Nacional de Costa Rica
msilva@una.ac.cr

La creciente expansión demográfica de la población de adultos mayores en el mundo plantea a los países democráticos nuevos desafíos sociales en pro de los derechosde las personas mayores y la realización de esfuerzos para erradicar las concepciones peyorativas prevalecientes en nuestra sociedad sobre la vejez y el envejecimiento, que devienen en el menoscabo de la ciudadanía de las personas adultas mayores. En este sentido, la educación cívica es una vía privilegiada para promover cambios culturales que propicien la construcción de sociedades inclusivas,donde envejecer no sea motivo de exclusión ni de discriminación social.[1]

En este artículo se discute sobre la educación cívica para el diálogo intergeneracional como forma alternativa de enseñanza y aprendizaje ciudadano, que posibilite a las generaciones jóvenes valorar las contribuciones de los adultos mayores a la familia y la sociedad; desarrollar posiciones críticas ante los mitos sobrela vejez, el envejecimiento y el imaginario social despectivo que prevalece sobre la persona adulta mayor en nuestros países. Proponemos, desde la pedagogía crítica entablar el diálogo entre las generaciones y procurar el fortalecimiento de los derechos ciudadanos de las personas adultas mayores. Con este propósito se exponen las concepciones culturales de la sociedad occidental moderna sobre lavejez y el envejecimiento, entendidas como “situaciones límites” a superar; se analizan las potencialidades del diálogo como forma de participación ciudadana, de acción transformadora de la sociedad y de profundización de la democracia.

Educar para vida y la libertad

La Educación Cívica, como materia escolar ha experimentado en los últimos años profundas transformaciones de sus métodos,contenidos, prácticas educativas y fundamentos pedagógicos, en respuesta a los grandes desafíos sociales y culturales planteados por el proceso de globalización/mundialización. No obstante, a la luz de la situación de abandono social, exclusión y discriminación que viven millones de personas adultas mayores en el mundo y la existencia de subjetividades que promueven relaciones de opresión y dominiosobre este grupo etario, resulta importante profundizar sobre la necesidad y urgencia de una educación cívica emancipadora en cuya parte medular se coloquen la igualdad, la vida humana y se potencie la construcción de nuevas sensibilidades y relaciones sociales entre las generaciones.[2]
En todas las culturas y en distintos momentos históricos la vejez y el envejecimiento como procesobiológico, psicológico y social se ha hecho acompañar de imágenes y representaciones sociales, que en buena medida han determinado los comportamientos y las actitudes sociales hacia las personas mayores. No hace muchos años, aún la imagen del anciano estaba ligada a la sabiduría, la experiencia y la sensatez y gozaba de reconocimiento social tanto en la vida privada como pública.[3] Con la modernidad,señalan González y Sánchez, la veneración y respecto que habían disfrutado los ancianos inicia un proceso de deterioro, pues el poder va progresivamente trasladándose de ellos hacia los hombres maduros. En la actualidad y en la lógica neoliberal, primada por el mercado y guida por los principios de productividad, eficiencia y rapidez, esa tendencia se reafirma; el adulto joven asume elprotagonismo social y desplaza la figura del viejo asociada con ideas de ocio, improductividad y enfermedad.
En nuestros días esa imagen deficitaria de la vejez se acompaña de un rechazo social al proceso de envejecimiento, que adquiere múltiples formas y expresiones culturales. Su construcción y conceptualización como malestar, que no denota tan sólo una infracción estética y física, sino no una...