Educación para el discernimiento

Era para mi paradójico observar que tras una charla emocionada sobre valores con mis estudiantes, y animado aún más, cuando durante el encuentro percibí un brillo en sus ojos que denotaba interés,cinco minutos más tarde, en su hora de descanso, se tranzaban en preocupantes gestos de intolerancia, agresividad e irrespeto.

¿Cómo educar para lo humano si en la naturaleza del hombre se encuentralo antihumano? No obstante el crepúsculo anterior y guiado en parte por otro gran interrogante “¿qué es el hombre para que pienses en él, el ser humano para que lo cuides?“ (Fragmento del salmo 8) meubico en el umbral del otro crepúsculo: existe algo especial en el ser humano, un algo que se refleja en la lucha diaria del hombre en experiencia de globalización -clamando sin saberlo, por un cambiode senda-, un algo que se refleja en el amor de un padre por sus hijos, en el encuentro de diferencias entre esposos, en las grandes obras y gestas de la historia humana, en ese algo que mantieneviva la esperanza y los sueños… en ese algo que siempre ha estado desde que el hombre fue arrojado a la existencia.

Volver al origen
Así como se hace necesario repensar la globalidad frente a lalocalidad, el crecimiento promulgado por el sistema económico frente a los límites planetarios, se hace necesario y urgente contraponer el antropocentrismo frente a lo trascendente. Es necesario que elhombre repiense quién es él, y cual es su verdadero papel de su estadía por este planeta.

Mi pensamiento visualiza de nuevo a mis estudiantes de séptimo grado, seres humanos en crecimiento,infoxicados y adormecidos por el sistema occidental a través de la televisión, el Internet, los celulares, los xboxs, los reproductores de mp3 y otras estrategias invisibles ¿como hacer para que aquello“civilizado” dure más de cinco minutos?
Volver a lo trascendental respaldaría una de las estrategias que considero fundamental, el de educar para el discernimiento, con todo lo que este término implica,...