Educamos para la convivencia

PROYECTO DE INNOVACIÓN
“Educamos para la convivencia”

Almendro Cezón, Montserrat
Lasso Gómez, Isabel Mª
Ruiz Izquierdo, Mª Francisca
Sánchez Vizuete, Mª Elena



JUSTIFICACIÓN



Actualmente, oímos hablar en el contexto escolar, con demasiada frecuencia, de la existencia de niños/alumnos perturbadores, con problemas de conducta, de comportamiento, que presentan continuasconductas disruptivas que dificultan el desarrollo normal de las clases. Un “clima” de centro o de aula adecuado, repercute positivamente en el rendimiento de los alumnos y en la satisfacción del profesorado, por ello, creemos que es un aspecto al que ha de prestarse una especial atención.
En general, los problemas de comportamiento son anomalías y desórdenes en la esfera afectiva-evolutiva delniño. Las alteraciones comportamentales son conductas que afectan a la relación del niño con su entorno e interfieren de forma negativa en su desarrollo afectivo, social y cognitivo. Existe una incidencia alta de alteraciones comportamentales en la población escolar relacionadas directamente con el fracaso escolar. El niño que presenta alteraciones comportamentales debe recibir una atenciónespecial para poder superar las sucesivas etapas educativas. Las alteraciones comportamentales interfieren por lo tanto, de forma global en el desarrollo evolutivo del niño y de forma específica sobre la capacidad para el aprendizaje.
Los alumnos con dificultades de aprendizaje a menudo tienen problemas de conducta sociales y emocionales. Un niño con problemas sociales suele ser incapaz decomportarse adecuadamente con los compañeros y puede tener dificultades en las algunas situaciones sociales. Mientras los problemas sociales afectan a la interacción con otros, los problemas emocionales se consideran inherentes a la persona. Así, un alumno con déficits académicos, y a su vez, con problemas emocionales puede tener una baja autoestima o ser incapaz de manejar el estrés y la frustración.Algunos alumnos con problemas de comportamiento socio-emocional no tienen problemas de aprendizaje, por lo que en ocasiones, la detección e intervención en su problema se hace más difícil; en muchas ocasiones los padres creen que si no existen malas calificaciones, sus hijos no tienen ningún problema.
Muchos docentes manifiestan que en las aulas de la etapa de la ESO, en muchas ocasiones elnúmero de alumnos desmotivados supera al de estudiantes que muestran interés por las tareas. Los informes PISA de 2003 y 2006 reflejan que el alumnado español presenta seria deficiencias en el área de lengua y obtienen puntuaciones por debajo de la media europea en el desarrollo de competencias en ciencias y matemáticas. Por otra parte, según el INCE, 2004 alrededor de un tercio de los estudiantes dela ESO obtienen calificaciones negativas, en la enseñanza media repite curso un 32%, un 35% no termina con éxito segundo de la ESO, el 45% no supera el bachiller y la tasa de abandono de los estudios universitarios se aproxima al 50%. Y por si esto fuera poco, según distintos trabajos como los de Hunter y Csikszentihalyi, (2003), se advierte que cada vez son más los alumnos que se describen a símismos como participantes pasivos del proceso de enseñanza-aprendizaje y que manifiestan altos niveles de aburrimiento, apatía y estrés en la escuela.
El rendimiento académico y el rendimiento en los diferentes aspectos de la vida diaria sólo pueden explicarse desde una perspectiva global que tenga en cuenta, además de capacidades inteligentes de carácter instrumental, el manejo de las emociones,los afectos y las relaciones sociales. La clave de los procesos escolares de enseñanza y aprendizaje se sitúa en la interacción de los tres elementos que conforman el triángulo interactivo o el triángulo didáctico: el contenido, la actividad educativa e instruccional del profesor y las actividades de aprendizaje de los alumnos; todo ello mediatizado por el contexto. Ha habido una toma de...