El alzheimer

Esta es una experiencia muy reflexiva sobre el alzheimer Cuando notamos que mi abuela comenzó a hacer cosas "anormales" la llevamos al médico y se le diagnosticó Alzheimer, entonces decidimosllevarla a vivir con nosotros porque estar sola era un riesgo constante para su vida. Se olvidaba las hornallas prendidas, tomaba mates con sal o dejaba entrar a personas desconocidas, por ejemplo.Vivimos con mi abuela durante seis años y no es fácil, pero hay que entender que ellos no lo hacen a propósito. Éramos cinco personas pendientes de su higiene, de sus cuidados, de su atención. No lapodíamos dejar sola en ningún momento, una vez se sirvió detergente rosado en un vaso pensando que era yogurt de frutilla. Mi papá se encargaba de manipularla e higienizarla porque era una persona decontextura física grande y nosotras tratabamos de entretenerla y darle actividades para que mantenga su cerebro activo, además nos negábamos a administrarle psicofármacos porque la dejaban zombi.

A pesarque sólo había cursado segundo grado, a ella le encantaba escribir así que yo le dictaba cosas mientras ella escribía, o hacíamos operaciones matemáticas simples; mirábamos fotos, hablábamos de losrecuerdos de su niñez que curiosamente los tenía INTACTOS, a veces la mandabamos a la despensa de la esquina con un papelito y dinero para que compre mercadería y se sienta útil. Ésta tarea me demandabatardes o mañanas enteras, había que estar pendiente de su regreso, de las caídas, controlar que vaya al baño para limpiarla. Había que hacerse de paciencia y no estallar en cólera cuando en el mediodel almuerzo y luego de haberla bañado y perfumado, comenzaba a defecarse encima. Ahí toda la familia dejaba de comer y había que dedicarse a cambiarla nuevamente, no podíamos relegarle la tareasólamente a uno y además, era un acontecimiento que alteraba la calma de todos. Mi abuela no tenía problemas de salud, su único tema era el Alzheimer que le hacía actuar como a un niño.

Llegó un...