El anticristo

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“JESÚS, el ANTICRISTO”
aproximaciones y comentarios al artículo “El Jesús de Nietzsche” de Massimo Cacciari Quizá pueda llamar mucho la atención el título del presente ensayo, sobre todo si nos posicionamos desde la confesión de nuestra fe en “Jesucristo” ¿cómo es posible pensar a Jesús como el “Anticristo”? Pero éste es justamente el punto neurálgico del análisis realizado por Nietzsche ensu crítica al cristianismo y el argumento del artículo de Cacciari que tomamos como pié de reflexión. De aquí que, como dice Valadier1, el trabajo de desprejuiciamiento apologético será fundamental para el encuentro verdadero con Nietzsche y con la misma fe. La revista Esprit, de octubre de 2003, publicaba un artículo de Massimo Cacciari2, filósofo y político italiano con el título “Le Jèsus deNietzsche”. En la primera parte de este trabajo, expondremos suscintamente sus argumentos para poder proceder a comentarios y problematizaciones. Cacciari parte del análisis minucioso que Nietzsche va haciendo en su obra El Anticristo3 para demostrar el antagonismo entre la figura de Jesús y el Cristo, o el cristianismo histórico como el despliegue de un logos que traiciona totalmente laexperiencia de Jesús, “en la continuidad del platonismo – un platonismo para el ‘pueblo’, una declinación ‘frágil’ del platonismo”4. Jesús, “el mensajero feliz” como el mismo Nietzsche lo llama en El Anticristo5 , no propone una doctrina o una teología de la salvación del pecado, centrada en el hombre, sutil y piadosa daga por la que “Dios ha muerto” justamente a manos de ese hombre. Su alegre mensaje, encambio, es afirmación positiva de la vida, “es una acción, esta acción que, justamente, expone la buena noticia (…), una recepción positiva y la afirmación de un ‘sí’”6. Nietzsche aparece, desde esta perspectiva, un propositor del tipo “Jesús” en contraposición al modelo de la Iglesia y la creencia de su tiempo fuertemente centrada sobre categorías morales que, organizadas sobre el “no”, son unnegación del “simbolismo original” de los nobles valores del Evangelio7. La afirmación de la vida hace que el mensaje de Jesús se concentre por entero en el hoy, como claramente se ve en el aforismo 34 de El Anticristo, que muestra la experiencia del buen ladrón en este sentido. La salvación es el hoy de Jesús, no hay que esperar un más allá para alcanzarla; el Reino ya está entre nosotros (dentronuestro, como dice Lc 17, 20-21). “El reino de Dios no es cosa esperada: no tiene un ayer ni un mañana, no llegará dentro de mil años, es una esperanza de un corazón, está en todas partes y en ninguna...”8. Una segunda parte del artículo de Cacciari, bajo el título la figura del “más allá del hombre”, esboza la relación estrecha, si bien no de identificación, entre Jesús y el Ubermensch(ultrahombre) nietzscheano. Jesús es presentado como un tipo, una figura, un “eslabón fundamental de la cadena”9 que lleva al ultrahombre, más allá del hombre, como liberación o excedencia del hombre10. Cacciari recurre a la metáfora nietzscheana del “río

Cf. VALADIER, Paul, Nietzsche y la crítica del cristianismo, Madrid, Ediciones Cristiandad, 1982, p. 18. El original italiano fue publicado en«Micromega», mayo de 2000. Aquí hemos trabajado con el francés, en «Esprit», octubre de 2003, pp. 134-144. Para más facilidad, en adelante citaremos este texto JN. Agradecemos al Lic. Diego Fonti el cuidado de la traducción del francés para los textos que citamos. 3 NIETZSCHE, F., El Anticristo. Ensayo de una crítica del cristianismo [en línea], e-books elaleph.com, 1999, en http://www.elaleph.com, [consulta:15 de noviembre de 2003]. En adelante AC. 4 JN, p. 136. 5 AC, 35. 6 JN, p. 138. 7 Cf. JN, 138; AC, 36-37. 8 AC, 34. 9 JN, p. 139. 10 Pude ser interesante tener en cuenta a este respecto la crítica realizada a una comprensión heideggeriana de este concepto que nos mantendría aún en el terreno del dasein o como una consumación plena del mismo.
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