Cuantas veces nos vemos envueltos en una gran expectativa en torno al éxito de un proyecto, salir triunfadores en una competencia deportiva, aprobar un examen, lograr un ascenso, obtener mayoresingresos, emprender una empresa, conquistar a la persona deseada. Deseamos que llegue ese día generando tanta expectativa y las ideas comienzan a bailar en nuestra mente constantemente, un diálogointerno saboteador diciéndonos ¿Y si no sucede como espero?, ¿Qué pasará si no rindo lo suficiente?, ¿Seré capaz de hacerlo? ¿Seré?, ¿qué pasará?, y ¿si no sucede?, estamos todo el tiempo viviendoun futuro que todavía no llega y nos olvidamos de conectarnos con el presente (aquí y ahora). Entonces llega el momento decisivo de enfrentarnos al examen esperado, nos bloqueamos, no recordamos,nos invade el miedo, comienza a aflorar la ansiedad, todo se nubla. También sucede cuando realizamos una tarea en el trabajo, postergamos o aparece el desánimo, la apatía; comenzamos emitir juicios,y la voz interna se convierte en nuestra peor enemiga, “pero esto debería hacerlo Juanito y no yo” lamentando, descargando energía, debilitándonos, física y mentalmente para luego sentirnosestresados.
Nuestra mente está “trabajando” constantemente, no para de pensar en lo que ya ha sido, en lo que pudiera haber sido o en cómo va a ser, casi siempre está en el pasado (Intercambiable) o en elfuturo (Impredecible).
La elección de vivir en el pasado o en el futuro no sólo nos priva de disfrutar el hoy, nos priva de “vivir” realmente. El único momento importante es “Ahora”.
El presentedefinitivamente fue el momento perfecto para estudiar administración de empresas ya que, desde bachillerato internamente sabia que administración es lo que quería estudiar por el simple motivo que megustaría tener mi propia empresa, o administrar una empresa grande, creo que administración para mi es la equivalencia perfecta para el desarrollo mi desarrollo personal, ya que mi fórmula para escoger...
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