El artista

El artista como objeto de observación y deseo

Nombres como Leonardo Da Vinci o Salvador Dalí se nos vienen a la mente inmediatamente al hablar de artistas que poseen cierta mística, un aura algodesconocida que nos lleva a querer adentrarnos y conocer un poco más de su vida y obra. Por largo tiempo los medios de comunicación nos han bombardeado con nebulosas historias acerca de los artistas:anécdotas de niñez, datos médicos (supuestas locuras, adicciones, trastornos, etc.), relaciones personales, entre otras cosas que no son de total importancia para todos los artistas como sí lo esmostrar y dar a conocer sus creaciones. Es sabido que muchas de las historias que van de boca en boca relatando ciertos aspectos desconocidos y personales del artista son creados simplemente paragenerar esta especie de mística alrededor de su imagen, y así concebir un personaje excepcional, extraño y fuera de lo común que llame la atención y atraiga las miradas a su obra, pero ¿no dejan estashistorias en segundo plano a las obras producidas por el artista?, ¿no se convierte, de esta forma, el artista en el objeto observable y de deseo, más que la obra de arte en sí misma? La sociedadoccidental actual siente la necesidad de tener personajes extraordinarios, seres humanos con vidas distintas de las de cualquiera de nosotros, es decir, personas no comunes que nos den la oportunidad deproyectarnos como un otro o simplemente de contemplar desde fuera una vida extraordinaria, plagada de elementos que no existen en la vida de la mayoría de la gente que debe trabajar y sacar adelanteuna familia en el marco de una sociedad totalmente capitalista. Los artistas -y su producción- de ayer y hoy, llaman la atención justamente porque supuestamente poseen elementos que el común de lagente no tiene, y/o les suceden cosas excepcionales que en la vida cotidiana no suelen suceder; si un pintor como Dalí hubiese sido un hombre “normal”, común como todo el resto, ¿serían sus obras tan...