El Aula Como Ecosistema

Flórez, R. y Moreno, M. (2006). Comunicación y Lectura en el Aula: Un Ecosistema. En Memorias del VII Congreso Nacional de Lectura y IV Coloquio Colombo Francés de Bibliotecas, Fundalectura. Pp. 150 - 157


Comunicación y lectura en el aula: un ecosistema



Rita Flórez Romero* Marisol Moreno Angarita(


Cada vez más, los investigadores de la educaciónreconocen la intima relación entre lo que pasa en el sistema educativo y las prácticas de comunicación inherentes a éste (Coll, 1991; Gutierrez y Prieto, 1991; Martin Barbero, 1996). Este texto se dedicará a reflexionar sobre las prácticas relacionadas con la lectura en el aula (Rodriguez Illera, 1998; Prieto Castillo, 1993a,1993b; Florez y Moreno, 2004; 2005).

Para entender la relación entrelectura y comunicación en el aula se utilizará la metáfora del aula como un ecosistema comunicativo en el que circulan diferentes lenguajes y, por lo tanto, diferentes lecturas y escrituras (Huergo, 2000; Moreno, 2000). Cuando nos referimos al aula de clase como ecosistema se retoma una creación de los ecólogos que hacia 1950 elaboraron la noción científica de ecosistema (Bateson,1991). Losecólogos definen los ecosistemas como la unidad de estudio de la ecología, disciplina de la biología que estudia las relaciones que existen entre los organismos y el medio en que viven. Así, para comprender las prácticas de lectura en el aula y los procesos de enseñanza-aprendizaje ligados a ellas, es necesario que se entiendan las formas en que interactúan estas prácticas y la incidencia del contexto,en las mismas (Ciriza, 1992; Kaplun, 1998).

Entonces, visto desde la ecología, el ecosistema es una unidad delimitada espacial y temporalmente, integrada por un lado, por los organismos vivos y el medio en que éstos se desarrollan, y por otro, por todas las interacciones de los organismos entre sí y con el medio. En otras palabras, el ecosistema es una unidad formada por seres vivos, porcomponentes que carecen de vida y por las interacciones que existen entre ellos en las que fluye la energía y circula la materia.

Además, la extensión de un ecosistema es siempre relativa: no constituye una unidad funcional indivisible y única, sino que es posible subdividirla en infinidad de unidades de menor tamaño. Este ecosistema esta compuesto por diversos sistemas y subsistemas de interacción(Bateson, 1991). De esta manera, las prácticas de lectura también pueden verse como la resultante de esta dinámica fluida en la que circularán los distintos saberes que los actores de la comunidad educativa activan en sus relaciones cotidianas. Esto nos obliga a pensar que esta naturaleza activa es propicia para la introducción de cambios, transformaciones, intervenciones y procesos distintos,frente a las tradicionales maneras de aprender y enseñar la lectura. (Florez y Moreno, 2004; 2005)

Otra características de los ecosistemas es que son dinámicos, es decir, experimentan constantes transformaciones que a veces son temporales y otras cíclicas (se repiten en el tiempo). Estos cambios pueden depender de los seres vivos, los objetos o recursos simbólicos presentes y las reglas deinteracción que se establecen entre ellos, los mecanismos de poder, entre otros aspectos (Bateson, 1991). ¿Hasta que punto, los distintos actores de la cotidianidad escolar entienden estas transformaciones como parte de la dinámica o las rechazan bajo la consideración de una crisis?

Pero, ¿por qué hablamos del aula, en general, como un ecosistema y, en particular como un ecosistema comunicativo?Primero, hablamos del aula como un ecosistema porque pensamos que el aula puede ser vista como un espacio real, simbólico e imaginario, con tiempos específicos, en el que encontramos estudiantes, profesores, historias de vida, currículos (explícitos e implícitos), expectativas, creencias, espacios físicos, recursos materiales y simbólicos, capital cultural, entre otros aspectos. En un aula de clase...