El Concilio Vaticano II
Por ello, el Concilio Vaticano II, tras haber profundizado en el misterio de la Iglesia, se dirige ahora no solo a los hijos de la Iglesia catolica y a cuantos invocan aCristo, sino a todos los hombres, con el deseo de anunciar a todos como entiende la presencia y la accion de la Iglesia en el mundo actual.
Tiene pues, ante si la Iglesia al mundo, esto es, la enterafamilia humana con el conjunto universal de las realidades entre las que esta vive; el mundo, teatro de la historia humana, con sus afanes, fracasos y victorias; el mundo, que los cristianos creen fundadoy conservado por el amor del Creador, esclavizado bajo la servidumbre del pecado, pero liberado por Cristo, crucificado y resucitado, roto el poder del demonio, para que el mundo se transforme segunel proposito divino y llegue a su consumacion.
En nuestros dias, el genero humano, admirado de sus propios descubrimientos y de su propio poder, se formula con frecuencia preguntas angustiosas sobrela evolucion presente del mundo, sobre el puesto y la mision del hombre en el universo, sobre el sentido de sus esfuerzos individuales y colectivos, sobre el destino ultimo de las cosas y de lahumanidad.
El Concilio, testigo y expositor de la fe de todo el Pueblo de Dios congregado por Cristo, no puede dar prueba mayor de solidaridad, respeto y amor a toda la familia humana que la de dialogarcon ella acerca de todos estos problemas, aclararselos a la luz del Evangelio y poner a disposicion del genero humano el poder salvador que la Iglesia, conducida por el Espiritu Santo, ha recibido de suFundador.
Para cumplir esta mision es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de la epoca e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que, acomodandose a cada generacion,...
Regístrate para leer el documento completo.