El Coronel
publicada en 1961. El coronel (su nombre y apellidos nos son desconocidos, pues el autor siempre lo llama "el coronel"), hombre de buena fe y bastante ingenuo, vive en su pueblo
esperando recibir el aviso de que le han concedido la pensión a la que tiene derecho por haber servido en su juventud a las órdenes de Aureliano Buendía (que será uno de los
personajes más recordados de Cien años de soledad).
La espera dura desde hace quince años, durante los cuales el coronel no ha dejado de ir a contemplar todos los viernes la llegada de la lancha que trae el correo y la distribución del
mismo, llevándose cada vez una decepción.
Fernando Luján interpretó al coronel en la película basada en la obra
En el transcurso del último año, desde que su hijo Agustín murió acribillado a balazos
mientras repartía propaganda clandestina, el coronel y su esposa, enferma de asma, se han visto obligados a vender los pocos objetos de valor que tenían para poder subsistir. Subsistir
ellos y el gallo, animal de pelea, herencia de su hijo, por cuya culpa éste murió, según afirma la madre, pues fue en la gallera donde lo mataron.
Pero para las peleas, en las que esperan poder ganar mucho dinero, aún falta tiempo, y la situación es cada día más angustiosa. Enterado el coronel de que por la venta del animal
puede obtener hasta novecientos pesos, decide venderlo. Pero cuando lo ve actuar en los
entrenamientos siente que no puede desprenderse de él y renuncia a su venta.
Ante las protestas de su mujer, que alega la posibilidad de que el gallo sea vencido y no
ganen un peso, y ante la pregunta de ella: "Dime, qué comemos", el coronel responde: "Mierda", palabra con la que termina el relato. La narración, muy corta (no llega a las cien
páginas de letra grande) tiene un argumento muy sencillo. Lo que confiere calidad a la obra ...
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