El Criton

El Critón de Platón:
La Autoridad del Derecho y de la Filosofía


El Critón es uno de los varios diálogos platónicos que cuentan los últimos días de Sócrates: es cronológicamente posterior a la Apología, que consiste en el discurso de Sócrates en su juicio, y anterior al Fedón, en el que considera la posibilidad de la vida después de la muerte. Como muchos de los diálogos, recibe su nombre deuna persona. En este caso de Critón, un viejo amigo de Sócrates que lo visita en la prisión donde éste se encuentra esperando el cumplimiento de su condena a muerte. Critón insta a Sócrates a huir, alegando que la condena judicial y la sanción impuesta, sin importar cuán legales puedan ser, son injustas; que huir es perfectamente factible; y que Sócrates tiene por lo tanto el deber – frente a susamigos, su familia y quizás frente a si mismo – de hacerlo. La justicia requiere que Sócrates huya.

Sócrates responde a estos reclamos de diversas formas, pero la más famosa es el pasaje en el que le pide a Critón que imagine qué podrían decirle a él las leyes (nomoi) y la República (to koinon tes poleos) sobre de la justicia de su huida. Le dirían, Sócrates le señala a Critón, que sería injustoque huya en contra de sus órdenes, aun si la sentencia en su contra es injusta, pues él les debe obediencia absoluta. Existen diversas razones para ello. En primer lugar, las leyes son como sus padres, pues regularon el matrimonio de sus verdaderos padres y su propia concepción, y también dieron forma a su educación; por lo tanto él también les debe la misma obediencia que la de un niño a suspadres o de un esclavo a su amo. En segundo lugar, al continuar viviendo en Atenas, cuando podría haberse ido en cualquier momento, Sócrates ha aceptado de manera implícita obedecer todas sus leyes y decisiones. Su única salida sería persuadir a las leyes y a la ciudad de que están equivocadas, lo que ha tratado de hacer, sin éxito. Se encuentra por lo tanto obligado a obedecer el juicio de la ley ysufrir la muerte, aun si el veredicto que lo obliga a ello es injusto.

Este resumen del discurso del Nomoi es, por lo menos, imperfecto, pero resulta suficiente para nuestros propósitos actuales en tanto sugiere que esta serie de argumentos, al menos cuando se los formula de esta manera desnuda y poco elaborada, es realmente muy débil. ¿Por qué, por ejemplo, se sigue del hecho de que Sócrates seha quedado en Atenas que él ha aceptado obedecer sus leyes y sentencias, aún cuando sean injustas? ¿Por qué no deberíamos, en cambio, entender su conducta real – particularmente del modo en que se halla resumida para nosotros en la Apología – es decir, acordar hacer lo que pueda, en todo lugar y de todas las formas posibles, para avanzar la causa de la justicia? ¿Y por qué no debiera estosignificar que se debe corregir a la ciudad cuando está equivocada, incluso por la vía de la desobediencia cuando resulta apropiado? Ello en tanto, como señala la conocida doctrina socrática, la ciudad no puede tener ningún interés genuino en actuar de manera injusta. Ocupándonos ahora del argumento aún más problemático: ¿Por qué razones debiéramos interpretar la relación entre el ciudadano y la ciudadcomo si fuera la que existe entre un niño y su padre o entre un esclavo y su amo? E incluso si diéramos ese paso, ¿Por qué debieran estas relaciones acarrear una obligación de realizar o sufrir injusticias?

Por supuesto, puede que estas preguntas tengan respuestas, quizás muy buenas; una parte no menor de la filosofía política occidental ha estado dedicada a tratar de resolverlas. Sin embargo, tal ycomo está escrito el discurso de las Nomoi, especialmente en su primera versión, no responde virtualmente a ninguna de las preguntas que tenemos acerca de él sino que consiste en una serie de declaraciones sólo parcialmente convincentes, con pocos argumentos que las sostengan, y que en general, aunque no en su totalidad, son de poca calidad (¿?). No debiéramos, al leer estas posiciones en la...