el Decamerón de Giovanni Bocaccio

Páginas: 14 (3481 palabras) Publicado: 21 de noviembre de 2014
El Decamerón
Tercera jornada - Narración tercera
Giovanni Boccaccio
Bajo especie de confesión y de purísima conciencia una señora enamorada de un joven induce a un grave fraile, sin darse él cuenta, a hallar la manera de que el placer de ella tuviese entero cumplimiento.
Callaba ya Pampínea, y ya la osadía y la cautela del palafrenero había sido alabada por muchos de ellos, y semejantementeel buen juicio del rey, cuando la reina, volviéndose hacia Filomena, le ordenó continuar; por lo cual Filomena, graciosamente comenzó a, hablar así:
-Yo entiendo contaros una burla que fue muy justamente hecha por una hermosa señora a un grave fraile, que tanto más a todo seglar agrada cuanto que éstos (la mayoría estupidísimos y hombres de extrañas maneras y costumbres) se creen que más que losotros en todas las cosas valen y saben, cuando son de mucho menor valor, como quienes por vileza de ánimo, no teniendo inventiva para sustentarse como los demás hombres, se refugian donde puedan tener qué comer, como el puerco. La que, oh amables señoras, os contaré no sólo por obedecer la orden impuesta sino también para advertiros de que también los religiosos (a quienes nosotras, sobremaneracrédulas, demasiada fe prestamos) pueden ser y son algunas veces, no ya por los hombres sino por algunas de nosotras, sagazmente burlados.

En nuestra ciudad, más llena de engaños que de amor o lealtad, no hace todavía muchos años, hubo una noble señora adornada de belleza y de costumbres, con alteza de ánimo y con sutiles agudezas tan dotada como la que más por la naturaleza, cuyo nombre (nitampoco ninguno otro que pertenezca a la presente historia) aunque yo lo sepa, no entiendo descubrir porque todavía viven algunos que se llenarían por ello de indignación cuando con risa se debe hablar de ello.

Ésta, pues, viéndose nacida de alto linaje y casada con un artesano lanero porque era riquísimo, no pudiendo deponer el desdén de su ánimo según el cual estimaba que ningún hombre de bajacondición, por riquísimo que fuese, era digno de mujer noble; y viéndole a él además, con todas sus riquezas, no ser capaz de nada sino de saber distinguir una mezcla o hacer urdir una tela o una hilandera disputar sobre lo hilado, se propuso no querer de ninguna manera sus abrazos sino cuando no pudiera negárselos, sino encontrar alguien a su gusto que le pareciese más digno de ellos que ellanero.
Y enamorose de un muy valeroso hombre y de mediana edad tanto que, el día que no lo veía no podía pasar la noche siguiente sin sentimiento; pero el hombre de pro, no dándose cuenta de aquello, nada se preocupaba, y ella, que muy cauta era, ni por embajada de ninguna mujer ni por carta osaba hacérselo saber, temiendo que podrían sobrevenir posibles peligros. Y dándose cuenta que aquélfrecuentaba mucho a un religioso que, aunque fuera zopenco y obtuso, no dejaba de tener fama entre todos de hombre de mucha valía porque era de santísima vida, juzgó que aquél podía ser óptimo intermediario entre ella y su amante. Y habiendo pensado qué le convenía hacer, se fue a una hora oportuna a la iglesia donde él iba y, haciéndole llamar, dijo que cuando le placiera, con él quería confesarse.
Elfraile, viéndola y estimándola mujer de linaje, la escuchó de buena gana, y ella después de la confesión dijo:
-Padre mío, necesito recurrir a vos por ayuda y por consejo en lo que vais a oír. Yo sé, porque os lo he dicho, que conocéis a mis parientes y a mi marido, por el cual soy amada más que su vida, y ninguna cosa deseo que él, como hombre que es riquísimo y que puede bien hacerlo, no loadquiera incontinenti; por las cuales cosas más que a mí misma le amo; y dejemos aparte que lo hiciese, pero si siquiera pensase alguna cosa que contra su honor o gusto fuera, ninguna mujer culpable sería más digna del fuego que yo. Ahora, uno de quien en verdad no sé el nombre, pero que me parece persona de bien, y si no estoy engañada os frecuenta mucho, apuesto y alto en la persona, vestido de...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Decameron De Bocaccio
  • Bocaccio y El Decameron
  • GIOVANNI BOCACCIO
  • Bocaccio Y El Decamerón
  • comentario del decameron de bocaccio
  • El Decamerón (Jornada VII) de Bocaccio
  • giovanni bocaccio
  • El Decameron

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS