El Desajuste Del Mundo - Maalouf

En El desajuste del mundo, el autor libanés Amin Maalouf hace un repaso a la historia más reciente de nuestro mundo; la misma historia que ha llevado a nuestra época a un estado crítico en el que el cambio de rumbo es necesario si no queremos naufragar, según palabras del propio Maalouf.

En el primer capítulo, se reflexiona acerca de cómo el mundo se ha sumido en guerras de identidades; el finde las guerras por ideologías se dio con el fin de la Guerra Fría. El capitalismo venció, y la lucha entre comunismo y capitalismo quedó zanjada, en lo que fue una victoria que trajo consigo más problemas y consecuencias de los esperados. Se acabó el luchar por una ideología; tocaba luchar por una identidad, y quienes siguieron este esquema lideraron países con esa idea. El fin de la guerra seconcibió como una oportunidad, con visión optimista. Ha quedado demostrado más tarde que, ni mucho menos fue así: la victoria del capitalismo, trae a los pocos años, paradójicamente, su crisis y decadencia. Europa se queda sin puntos de referencia (y nadie parece “inventar” otros nuevos), y en general, Occidente entra en decadencia. De ahí el título del capítulo: victorias engañosas.
Pero siOccidente vive una mala situación, el mundo árabo-musulmán vive algo similar, o incluso peor. Como explica Maalouf, el radicalismo religioso penetró en su sociedad hasta convertirse, hoy en día, en antioccidentalismo radical. El movimiento islamista radical se posicionó en contra de cualquier corriente atea (en contra del comunismo totalmente), mientras que el “otro bando”, formado por nacionalistasárabes o partidos de izquierdas, que llevados por su oposición a todo lo occidental, acabaron aliándose con los comunistas, copiando de ellos lo peor de su ideología y de sus regímenes, siendo un buen ejemplo de ellos el régimen “laico” de Sadam Husein. De esta manera, el posicionamiento occidente-islamistas “contra” árabes-comunistas quedó establecido, rompiéndose el primero de estos,previsiblemente, al final de la Guerra Fría.

En la actualidad, las diferencias entre Occidente y el mundo árabe son brutales: aunque los primeros atraviesen una profunda crisis, siguen siendo referencia en el mundo, y no sólo desde el punto de vista económico (con un sistema que ha demostrado ser el mejor hasta ahora); además, puede presumir de grandes avances en el ámbito tecnológico y cultural. El mundoárabe, por su parte, se encuentra en un punto muerto, en el que,

además, han perdido toda credibilidad y la unión necesaria para poder salir de su profundo agujero. Y mientras tanto, hay un debate que continúa: ¿es Occidente quien no sabe llevar sus valores porque está más preocupado en dominar esas zonas? O ¿es el Islam incapaz de asumir valores democráticos? Se llega incluso a decir que el mundoárabe no quiere la democracia, pero decir eso sería injusto, ya que como recuerda Maalouf, cuando en Irak hay elecciones, el 90% de la población sale a votar aun sabiendo que se juega la vida al hacerlo.

Y la brecha entre Occidente y el mundo árabe no parece que disminuya, sino más bien lo contrario. El nuevo papel de superpotencia de los Estados Unidos levanta todo tipo de rencores y tampocoellos ofrecen evidencias de saber llevar la responsabilidad que un papel así supone. La capacidad de influencia de este país, de sus gobernantes, de sus élites económicas es tan grande, que puede ser a veces injusta y peligrosa. Aunque hay que mencionar el despegue económico de dos naciones, que en los últimos años han crecido de manera brutal: India y China, que pueden poner en peligro esasupremacía total de los Estados Unidos con respecto al resto del mundo. Estos dos países emergentes viven una situación próspera (económicamente hablando) a la cual es complicado que renuncien a pesar de que esté en juego el desarrollo sostenible del planeta. Por su parte, Norteamérica y Europa deberían cambiar sus “costumbres” en un acto solidario, que parece hoy en día muy poco probable. EEUU se...