El Dominio de si (primer reto)
Cuando el hombre "mira para desear, no solo hace referencia a la intencionalidad del mirar -la dimensión delconocimiento concupiscente, la dimensión psicológica- sino que involucra también a toda la intencionalidad existencia! del hombre. Es decir, muestra quien es, o mejor, en qué se convierte para el hombre, lamujer a la que mira con concupiscencia. En este caso, la intencionalidad del conocimiento determina y define la intencionalidad de la exis¬tencia misma..., tal dimensión va unil ate raímente desde elhombre, que es sujeto, hacia la mujer —que es convertida en objeto- lo cual no quiere decir que esta dimensión solo puede ser unilateral (se refiere a ambos).
"Basta constatar que en este caso, lamujer -que a causa de la subjetivi¬dad personal, existe perennemente para el hombre, esperando recipro¬cidad-, queda privada del significado personal de su atracción, que, aún siendo propia del eternofemenino, es convenido por el hombre en mero objeto: con otras palabras, la mujer comienza a existir para el hombre, como mero objeto intencional de la potencial satisfacción del instinto sexualinherente a su masculinidad"].
Luego hay que distinguir dos modos de mirar: 1) mirar para desear, exaltando nuestras pasiones; y, 2) ver para contemplar, exultando con júbilo y éxtasis, propios de laalegría, y el amor verdaderos.
¡Qué claras dejó esta diferencias! Tirso de Molina, al decir:
'De mi corto parecer, aunque se ¡JOCO de amar, digo que hay en contemplar mayor perfección que en ver:...
Regístrate para leer el documento completo.