El dominio propio
INTRODUCCIÓN: Uno de los problemas de muchos cristianos es la falta de dominio propio, ya que frente a un enojo, contienda, discusión, tentación, etc. se dejan vencer por sus deseos, lo que hace que muchas veces pequen, aunque inicialmente no era la intención del corazón, pero por la falta de dominio sobre sí mismo, peca al enojarse, sede ante la tentación, habla lo que no conviene en una discusión, etc. cosa que según la palabra de Dios podemos dominar ya que nos han dado un espíritu de poder, amor y dominio propio, para que con la ayuda del Espíritu Santo tengamos dominio sobre las tres áreas de nuestro ser. DESARROLLO: El dominio propio (Gr. Enkrateia, se deriva de kratos = fuerza), es una faceta del fruto amor (Gá. 5:2223), y también lo podemos ver como un fruto del Espíritu Santo; comprenderemos mejor el dominio propio sí antes entendemos el desenfreno, que es la antítesis del dominio propio, el desenfreno inicia en la fuerza de la juventud, que acompañada de la inexperiencia despierta rebelión en aquellos que no son ministrados y enseñados correctamente; también es una obra de la carne que no respeta edades, de allí que el Apóstol Pablo le aconseja a Timoteo que no se deje llevar por las pasiones juveniles. El dominio propio no es fuerza de voluntad, sino un fruto del Espíritu Santo, una faceta del fruto amor y un espíritu que Dios nos ha dado para que podamos vencer todo aquello que quiera llevarnos al desenfreno. Veamos algunas áreas de nuestra vida en las cuales es necesario tener dominio propio: · LOS SOLTEROS; EN LA ETAPA DE AMISTAD Y, EN LA ETAPA DE COMPROMISO, 1 Co. 7:9: Es necesario cuando la pareja no puede controlar las caricias, ya que los miembros aún están bajo leyes de la carne que los gobiernan, y por esta razón pueden estarse quemando, por lo que es mejor que se casen, por la falta de dominio propio y de continencia. LAS VIUDAS JÓVENES, 1 Co. 7:89 : El dominio propio es necesario en aquellas hermanas que anhelan servir al Señor; o de lo contrarios es mejor que se casen, ya que por no tener dominio propio y carecer de continencia, pueden ser impulsadas por sus deseos, lo que haría que se rebelaran contra Cristo (1 Ti. 5:914). EN EL MATRIMONIO, Pr. 16:32: En tiempos pasados se ha creído que el hombre debe dominar a la mujer (patriarcado, machismo) y otra corriente ha creído que es la mujer quien debe gobernar al hombre (matriarcado), pero ninguna de estas es la forma correcta de tener el control en el matrimonio, sino la forma correcta es, en primer lugar, teniendo el control de nosotros mismos (Prov. 16:32); una forma de mostrar el fruto amor en la faceta del dominio propio, es cuando el esposo (o la esposa) quiere intimar con la esposa pero ella se encuentra indispuesta (de verdad), aceptar y comprender que no es el momento, es la manifestación del amor en la faceta de continencia; es mejor que podamos dominarnos a nosotros mismos, a que tengamos el dominio de muchas personas. EN EL DINERO, Is. 55:2: Es necesario tener dominio propio en lo economico, porque en ocasiones se cuenta únicamente con lo del presupuesto, pero la pareja compra mas de lo que tenia contemplado, y muchas veces gastando el dinero en cosas que no son necesarias, dejando sin suplir lo que realmente es necesario, y cayendo en deudas que no son necesarias; es por eso que la Biblia dice que nadie construye una torre sí antes no calcula cuanto gastará (Lc. 14:28). EN LA LENGUA, Stg. 1:19: En el hogar, debe existir dominio en la lengua para no ofender al cónyuge, con las expresiones y ...
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