El Esp Ritu Santo Como Compa Ero Constante
Hasta un niño puede entender qué es lo que debe hacer para tener al Espíritu Santo como compañero. La oración de la Santa Cena nos lo dice y la oímostodas las semanas al asistir a las reuniones sacramentales. En esos momentos sagrados renovamos los convenios que hicimos en el bautismo; y el Señor nos recuerda la promesa que recibimos al serconfirmados miembros de la Iglesia: la promesa de que recibiríamos el Espíritu Santo.
Éstas son esas palabras de la oración de la Santa Cena: “…que están dispuestos a tomar sobre sí el nombre de tu Hijo, y arecordarle siempre, y a guardar sus mandamientos que él les ha dado, para que siempre puedan tener su Espíritu consigo…” (D. y C. 20:77).
Podemos tener Su Espíritu al guardar ese convenio.
Primero,prometemos tomar Su nombre sobre nosotros, lo cual significa que debemos considerarnos Suyos; que le daremos a Él el primer lugar en nuestra vida; querremos lo que Él quiera en vez de lo que nosotrosdeseemos o lo que el mundo nos enseña a desear.
No gozaremos de paz mientras amemos primero las cosas de este mundo. El considerar como un ideal el que una familia o una nación logren la felicidad pormedio de bienes materiales terminará por dividirla2.
El ideal de hacer unos por otros lo que el Señor quiere que hagamos, lo cual viene naturalmente cuando tomamos Su nombre sobre nosotros, nos puedellevar a un nivel espiritual que es una pequeña muestra del cielo en la tierra.
Segundo, prometemos que siempre lo recordaremos. Hacemos eso cada vez que oramos en Su nombre; especialmente
lorecordamos cuando le pedimos perdón, lo cual debemos hacer a menudo. En ese momento recordamos Su sacrificio que hace posibles el arrepentimiento y el perdón. Cuando suplicamos, lo recordamos como nuestroAbogado ante el Padre. Cuando se reciben los sentimientos de perdón y paz, recordamos Su paciencia y Su amor infinito. Esos recuerdos nos llenan el corazón de amor.
Además, cumplimos nuestra promesa...
Regístrate para leer el documento completo.